¡El país ya no aguanta más improvisación! Los precandidatos presidenciales publicitados luego de los procesos de democracia interna de las organizaciones políticas, muestran una precipitada carrera por la improvisación. No en todos los casos, pero sí en su mayoría.
¡Quién faltó en la lista! Veamos. Están todos y de todo. Se acumulan espacios, blindan intereses, forjan alianzas, presionan reuniones y alimentan vanidades. Algunos cuentan que, incluso, todo vale por algún porcentaje de votación que permita usufructuar del fondo partidista con los recursos del Estado.
El país a largo plazo tiene dificultades. Se mira como cuestión simple a las batallas más importantes que deberá afrontar: finanzas, corrupción y el desastroso populismo autoritario que aún está vivito.
No importa formación, credencial alguna, tiempos y formas. Entre ellos, procesados por la justicia, delincuentes, investigados, funcionarios de gobiernos corruptos, contratistas pillos, guerrilleros o amigos de éstos, serviles al caudillo, desconocidos y alguno que otro más. No hay que dejar de mirar la lista de precandidatos presidenciales, no vaya a ser que más tarde, a media noche, mientras nos vamos a dormir, aparezcan dos más.
Del grupo de precandidatos, bastaría con cuatro en representación a una amplia tendencia -real en el país- de centro hacia la izquierda y de centro hacia la derecha; lo demás no se corresponde con la realidad y urgencia del Estado. Todo apunta entonces a que mientras no se haga conciencia de lo que le espera al país en los próximos años, las listas de candidatos serán así, como ahora, sencillitas, numerositas, y eso sí, con una altísima dosis de lo que el país ya no aguanta más: improvisación. (O)