Un «cohete de bolsillo» llamado Caleb Ewan (Lotto Soudal) hizo honor a su sobrenombre al imponerse por velocidad explosiva en la tercera etapa del Tour, disputada entre Niza y Sisteron, de 198 kilómetros, en la que el francés Julian Alaphilippe disfrutó de su primera jornada de amarillo.
De su parte el ecuatoriano Richard Carapaz, que compite con Ineos, llegó a la meta en el puesto 71 y dentro del grupo principal. Este grupo supone del primer puesto hasta el 143.
En la clasificación general, Carapaz, ganador del Giro de Italia 2019, ha conservado la diferencia y continúa con +00 h 00 min 17 s.
Día tranquilo, final supersónico con Caleb Ewan de protagonista, capaz de buscar el hueco haciendo «eses» en un poblado esprint para adjudicarse con autoridad su cuarta etapa en el Tour, ganando el pulso al irlandés Sam Bennett (Deceuninck Quick Step) y al reciente campeón de Europa, el italiano Giacomo Nizzolo (NTT).
Con un tiempo de 5h.17.42, Ewan, un ciclista de 26 años con rasgos orientales por la nacionalidad coreana de su madre, cerró una jornada de reposo con un dato escalofriante: hizo los últimos 500 metros a 70 km/h. Justificó lo de «Pocket Rocket» con creces.
Un desenlace previsto para el lucimiento de los velocistas en día de relax para los hombres de la general. Alaphilippe conservó el liderato, aunque su equipo se quedó sin la victoria de Bennet en Sisteron. Mantuvo la segunda plaza el británico Adam Yates (Mitchelton), a 4 segundos y la tercera el suizo Marc Hirschi (Sunweb) a 17. Los favoritos, todos a 17 segundos del maillot amarillo.
FUGA Y SIESTA EN EL PELOTÓN
Era una etapa para los esprínteres y ellos se la disputaron, aunque el recorrido solo era llano en los últimos 50 kilómetros. Otro pacto de no agresión en vísperas de la primera etapa con final en alto de Orciéres Merlette, donde los favoritos saldrán a mostrar credenciales, si no hay otro acuerdo de no agresión, claro.
La jornada empezó con perfil ondulado surcando la Ruta de Napoléon para encadenar cuatro puertos antes de entrar al terreno de ir espabilando para preparar la fiesta de los velocistas. Hasta entonces se ofrecieron para la fuga de turno tres franceses.
A la aventura Benoît Cosnefroy (Ag2r) por aquello de defender el maillot de la montaña, Anthony Pérez (Cofidis), con la intención de quitárselo y Jérôme Cousin (Total Direct Energie) para ser protagonista como último superviviente del proyecto.
Pérez se puso de líder virtual de los escaladores al coronar primero el Col du Pilon (3a) y el de La Faye (3a), pero luego tuvo la desgracia de caerse. Se perdió la experiencia de subir al podio a ponerse el maillot de puntos rojos.
Empezó luego la escapada solitaria y estéril de Cousin, primero en el Col des Lèques y de L’Orme (4a). Su esfuerzo le valió el premio de la combatividad, pero su absorbido por el grupo a 30 de meta, cuando el Deceuninck empezó a demostrar sus obligaciones como responsables del líder y aspirantes a la etapa.
EWAN ESPECTACULAR ESPRINT
Muchos aspirantes al triunfo, varios equipos al frente para colocar a sus candidatos. Los nervios causaron un caída con Wout Van Aert afectado, pero sin consecuencias serias. El Ineos asomó en cabeza para evitar sustos a Egan Bernal, con Rowe estirando el grupo.
Una aproximación en la que todos luchaban por el mejor sitio para sorprender a los rivales. Asomó Peter Sagan dispuesto a terminar con su sequía, pero se conformó con el quinto puesto y el maillot verde. Allí estaba en la pugna el campeón continental Giacomo Nizzolo, y Bennett e cabeza para rematar la faena, pero desde atrás llegó Ewan remontando posiciones entre corredores, en una maniobra hábil, arriesgada y espectacular que le condujo a la victoria.
Quinta éxito de la temporada para el ciclista «aussie», un corredor que presenta en su palmarés 4 etapas del Tour, 3 del Giro y una en la Vuelta.
Este martes se disputa la cuarta etapa, con primera meta en alto tras un recorrido de 160,5 kilómetros entre Sisteron y Orciéres Merlette (1a, 7,1 al 6,7 por ciento). Antes de la última subida otros cuatro puertos: Col du Festre (3a), Cola de Corps (4a), Cota de l’Aullagnier (4a) y Col de Saint-Léger-les-Mélèzes (4a). EFE
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