“Al perro le dan más reconocimientos que a uno” bromea el médico Boris Cáceres, quien se encuentra en la primera línea de combate a la pandemia en el hospital Vicente Corral Moscoso.
Se refiere a ‘Covid’, nombre de un perro adoptado durante la emergencia por los doctores.
Covid, cuyo apellido es HVCM, las iniciales de Hospital Vicente Corral Moscoso, también es médico, es un médico de médicos.
Involuntariamente con mimos y juegos cuando los doctores están cansados, o incluso con ladridos cuando alguien no trata bien a los médicos, les ayuda a combatir el estrés y la ansiedad que genera en ellos la lucha contra el coronavirus.
Los médicos del hospital regional tienen turnos que demandan 24 horas seguidas en la atención de pacientes COVID y tras un breve descanso 8 horas más en triaje, un área donde ‘Covid’ tiene su casa, que es también un consultorio para subir los ánimos y despejar la mente.
Tan bueno es el trabajo de ‘Covid’ que ya tiene su propio carnet, su “contrato definitivo” y el cariño y cuidado de los médicos que ven en él a un amigo, a un compañero de lucha.
La veterinaria Raquel Maldonado comenta que no se ha comprobado que los perros puedan transmitir la COVID, y está certificado a nivel internacional que son de gran ayuda en la terapia conductual contra el estrés y la ansiedad.
Estas bondades son también utilizadas por la Empresa de Movilidad, Tránsito y Transporte (EMOV) para el tratamiento emocional de sus agentes y como terapia para que los infractores de tránsito tomen conciencia sobre la necesidad de conducir de forma responsable.
En el Centro de Infractores de la EMOV, pasa sus días ‘Blanquita’, una perrita rescatada de la Feria Libre por agentes de tránsito.
Los detenidos en el centro tiene la labor de cuidarla, bañarla y darle de comer, lo que genera un vínculo de afectividad y respeto por los animales.
El agente Marcos Loja, a cargo del cuidado de ‘Blanquita’ cuenta que los infractores llegan a encariñarse tanto con la perrita, que regresan a ver cómo está y dejarle comida, aunque de momento no recibe visitas.
Hace poco, Blanquita parió 7 cachorros y tiene “licencia de maternidad”.
Leonardo Morales gerente de control de la EMOV informa que la empresa está implementando una fuerza canina que ayudará en labores de prevención de violencia de género en los buses, educación vial y apoyo emocional.
El agente ‘Apolo’, un perro rescatado de un terreno baldío, es el capitán de la nueva división de la EMOV que por el momento hace espacio para 10 canes, todos ellos adoptados tras ser atropellados o abandonados.
“Nuestra experiencia en el control de tránsito nos muestra que la persona que no tiene respeto por un animal, tampoco lo tiene por el peatón o el ciclista, por eso es importante fortalecer esos vínculos y crear mejores choferes” afirma.
La veterinaria Maldonado indica que el lazo afectivo que generan los perros “es sin duda sanador” y da una nueva perspectiva de vida a quien adopta a uno de estos “compañeros de lucha y de vida”. (JMM) (I)