Facebook bloquea la señal al francés que quería transmitir su muerte en vivo

Alain Cocq, ciudadano francés de 57 años. Foto de AFP tomada de Radio Francia.

Alain Cocq, un ciudadano francés de 57 años con una enfermedad incurable desde hace 34 años que lo mantiene postrado en su cama desde hace dos, quería transmitir su agonía y su muerte en vivo como una forma de «muerte digna» y como un camino para denunciar los vacíos legales que según él hay en Francia sobre el final de la vida.

Su idea era dejar de comer, de beber y dejar de tratarse desde el pasado viernes para documentar su final en directo a partir del sábado, pero la red social tomó la decisión de bloquear la difusión del video el sábado a mediodía. «Aunque respetamos su decisión de querer atraer la atención sobre esta compleja cuestión, en base a los consejos de expertos hemos tomado medidas para impedir la difusión en directo en la cuenta de Alain, pues nuestras normas no permiten la representación de intentos de suicidio», fijo a la agencia AFP un portavoz de Facebook.

Ante esto Cocq declaró que «Facebook me bloquea la difusión video hasta el 8 de septiembre (…) Juzguen ustedes mismos»,

Cocq padece una enfermedad incurable desde hace 34 años que lo mantiene postrado en su cama desde hace dos. Con su muerte quiere denunciar el hecho de que en Francia no es legal la eutanasia.

Tras escribir al presidente, Emmanuel Macron, pidiéndole «el derecho a una muerte digna», este le negó la autorización para que un médico le recetase un barbitúrico.

«Su deseo de solicitar ayuda activa para morir no está permitido actualmente por las leyes de nuestro país», le contestó el presidente, respaldado por la ley francesa Claeys-Leonetti, que autoriza la sedación profunda solo para los enfermos terminales.

La enfermedad de Cocq ha ido degenerando y actualmente está «encarcelado en su cama con un sufrimiento insoportable», según ha declarado a Efe Jean-Luc Romero-Michel, adjunto al ayuntamiento de París a cargo de los derechos humanos y la lucha contra las discriminaciones y también presidente de la Asociación por el Derecho a Morir Dignamente.

Romero-Michel visitó a Alain Cocq en su domicilio en Dijon (noreste) el miércoles pasado para manifestarle su apoyo.

Explicó a Efe que Cocq mantiene la plenitud de sus capacidades mentales, pero es totalmente dependiente en el plano físico, y recibe la ayuda de cuatro personas para todas sus necesidades, incluida la higiene personal.

«Desde esta noche dejará de alimentarse, de hidratarse y el tratamiento que le mantiene vivo y puede llegar a tardar tres semanas en morir, imaginad lo terrible que es morir de esta manera», lamentó.

A pesar de ello, ha hecho hincapié en la generosidad que representa el acto de Cocq para sensibilizar sobre la necesidad de regular la eutanasia y el suicidio asistido en Francia.

«Desde hace 20 años se han hecho sondeos y el 85 % de los franceses están de acuerdo con la legalización de la eutanasia y el suicidio asistido, de la izquierda a la extrema derecha, en concreto, un 95 % del electorado de Marine Le Pen», recordó.

La mayoría de diputados del Parlamento francés están a favor de aprobar una ley, pero no sale adelante porque, según Romero-Michel, hay políticos sometidos al grupo de presión de las empresas del sector sanitario.

La asociación lanzará una campaña en redes sociales de apoyo a Alain Cocq, en la que volverá a pedir que se apruebe una ley que regule el derecho a morir dignamente. EFE