El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, admitió hoy en una entrevista con medios rusos que se ha eternizado en el poder, pero descartó que vaya a abandonar el cargo «así como así» debido a la presión de las protestas antigubernamentales.
«Sí, quizás he estado un poco de más en la poltrona» pero, «efectivamente, sólo yo puedo ahora defender Bielorrusia», afirmó Lukashenko a varios canales y emisoras de radio rusas.
Lukashenko, que llegó a la Presidencia bielorrusa en 1994, lo que le convierte en el dirigente europeo que lleva más tiempo en el cargo, advirtió de un posible baño de sangre si deja el poder.
«Yo no me iré así como así. Dediqué un cuarto de siglo a construir Bielorrusia. No voy a tirar todo por la borda de buenas a primeras. ¡Además, si me voy, se cargarán a mis partidarios!», afirmó.
Precisamente, explicó que con la imagen que dio la vuelta al mundo de Lukashenko empuñando un fusil Kaláshnikov quería demostrar que no había «huido» a ninguna parte y estaba dispuesto a defender su país «hasta el final».
El líder bielorruso, cuya victoria en las elecciones presidenciales del 9 de agosto provocó las mayores protestas antigubernamentales en la historia de este país, no descartó la convocatoria de elecciones presidenciales «anticipadas».
Eso sí, sólo después de una reforma constitucional, que Lukashenko ya adelantó, pero que la oposición ha recibido con muchas reticencias, ya que se desconocen completamente los detalles.
Con respecto al consejo coordinador opositor, cuyos miembros están siendo perseguidos por las fuerzas de seguridad bielorrusas, negó que se plantee sentarse a negociar con esa plataforma de diálogo reconocida por Occidente.
«No voy a conversar con el consejo coordinador opositor, ya que no sé quién es esa gente. No son ninguna oposición», dijo.
Además, les acusó de querer «romper» lazos con Rusia y de planear medidas como que la educación y la medicina dejen de ser gratuitas.
En cuanto a las multitudinarias protestas de las últimas semanas, reconoció que, «como persona, es algo que duele», pero agregó que los que protestan desconocen «cómo era Bielorrusia hace 20 años».
Lukashenko también justificó la detención hoy de la dirigente opositora María Kolésnikova, desaparecida desde el lunes, aduciendo que ésta había intentado huir ilegalmente a Ucrania.
En cambio, la oposición mantiene que Kolésnikova fue secuestrada y obligada a abandonar el país, a lo que ella se negó rompiendo el pasaporte. EFE