OPINIÓN|
La justicia se embebe de cosas importantes y simples como el derecho, la razón y la equidad. Para que un mundo sea justo, debemos aplicar y reverenciar conductas bajo estas directrices y pasar por la vida distinguiéndonos como hombres justos y honrados, bien preciado irrenunciable por el hombre que heredará como mayor riqueza, su recto proceder. Ecuador, inaugura la justicia en el caso sobornos, ayudado por la libertad de expresión uno de los aspectos más importantes en comunidad y estado. Una sociedad elevada, plural, respeta la opinión ajena permitiendo al periodismo revolar su rebenque contra corruptos. La denuncia del caso arroz verde, fue el inicio. Periodistas de investigación como Villavicencio y Zurita lo revelaron a pesar de persecución del delincuente hoy sentenciado, que una noche ordenó allanar su casa sin respeto a su esposa e hijos y con jueces banales y obedientes, le obligó a pagar indemnización por supuesta calumnia, tiempos en que sus arteras manos enfangaron vilmente la justicia. Obligó por más de un año, a esconderse a Jiménez, Villavicencio por decir la verdad en tiempos de su autocracia e insolencia. Persiguió y asesinó gente honesta como Gabela que lo desnudó. Hoy confirman y sentencian un delito de tantos del delincuente y su jorga. Todos pretenden huir. Todos quieren salvarse y muchos de ellos se esconden cual ratas para evitar cárcel en embajadas y en la clandestinidad. Tendrá la justicia y policía, para que el país avance, que atraparlos a todos y que paguen cuentas en tantos casos que van siendo investigados y aclarados. Justo es admirar y resaltar el valor de Diana Salazar, fiscal que logra lo impensable en contra de estos forajidos. Cierto que Moreno no interfirió el proceso, aunque deberán investigarlo también junto a su familia y hermano por los inapapers. Respaldar la comisión anticorrupción y contraloría para cobrar lo sentenciado. Investigar, para sanear el país del mal de la corrupción a muchos asambleístas denunciados, miembros siameses del clan verde, chupamedias y cortesanos de Correa intocados aún y llevarlos al banquillo. Hoy gran parte del pueblo pensante repite “muerto el perro se acaba la rabia” y en este juicio, sustanciado hasta el hartazgo, mataron políticamente al lleno de doctorados honoris causa y mayor delincuente, ladrón, mafioso, autócrata, plagiador, desviado sexual, demagogo, etc en bien de todo un país. Palmas para un periodismo investigativo vital y certero. (O)