El “Protocolo Sectorial para Reapertura de Gimnasios” está listo, pero no la disposición municipal para su reactivación. Los propietarios de estos establecimientos estiman que a nivel nacional el 25 % de gimnasios cerró sus puertas después de seis meses sin recibir ningún tipo de ingresos.
Ignacio Valdivieso, representante de Fox Gym Fitness Center y miembro de la Preasociación Provincial, confirma que los gimnasios pequeños fueron los más afectados.
“El tema de rentas y todo eso no han sido condonadas por los dueños, no tengo un número exacto (de gimnasios que quebraron en el Azuay), pero sé que la industria está bien debilitada. Somos los últimos en empezar a funcionar de nuevo y es complicado, obviamente los más fuertes vamos a subsistir», expresó.
Los propietarios prepararon las medidas de bioseguridad para evitar la propagación de la covid-19. Están conscientes de que la emergencia sanitaria se mantiene aunque haya terminado el estado de excepción.
“Hasta el día de hoy, con esta nueva regulación, no nos han dicho no abran, tampoco nos han dicho que abramos, entonces estamos esperando la respuesta de las autoridades para proceder a abrir. Estamos con todas las estructuras y la sanitización apropiada para mantener el gimnasio en óptimas condiciones”.
Áreas de desinfección, distribución de horarios con un máximo de 10 personas por turno, separación de máquinas para mantener el distanciamiento interpersonal, son algunas de las medidas tomadas para las clases presenciales. Las rutinas grupales se mantienen suspendidas.
“Los que formamos parte de esta gran comunidad sabemos que no es sólo el físico ni la competencia, tenemos claro que lo más importante siempre será la salud”, señala Israel Moncayo, propietario de La Jaula, gimnasio dedicado a promover el crossfit. (BST)-(D)