La reactivación de la poda de los árboles frutales para multiplicar la producción agrícola en la provincia es uno de los retos del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) en tiempos de la crisis sanitaria del COVID-19.
Una poda adecuada permite la renovación de los árboles, así se obtendrán una mayor cantidad de frutos. Una planta sin poda baja su rendimiento productivo, lo que limita a los productores en generar mayores réditos económicos.
La actividad se puede realizar desde julio hasta septiembre incluso hasta un poco más de tiempo, dependiendo del fruto. Dicho período del año se lo conoce como “agostamiento”, una etapa donde los árboles pierden sus hojas.
Los pequeños y medianos productores azuayos practicaron hace algunos años esta actividad en un 60 % o más para potenciar sus huertos. Factores -como la migración del campo a la ciudad de los jóvenes para dedicarse a cualquier otra actividad menos a la agricultura- hizo que decaiga a un 20 %.
El MAG -con estos antecedentes y considerando la necesidad de mejorar la producción agrícola para una reactivación económica golpeada por la emergencia- impulsa acciones para llegar a los diferentes sectores del Azuay.
De acuerdo con Jhon Atiencia, director Distrital del MAG en Azuay, en los últimos años se implementaron acciones para reactivar la poda de los árboles para que los productores retomen esta práctica. Una de la últimas acciones fue capacitar a los técnicos de la Dirección Distrital del MAG, quienes replican las nuevas técnicas hacia los agricultores.
Por el momento, se trabaja con mayor énfasis en los cantones frutícolas como: Paute, donde se destaca la parroquia Bulán que se caracteriza por altos niveles de producción de manzanas y duraznos; Cuenca en los sectores Octavio Cordero, Sayausí y El Valle; y Sígsig en la zona de San Bartolomé y Ludo, entre otros.
Importancia
“El 97 % de agricultores de la parroquia podamos nuestros árboles frutales durante estos días -ya que si contamos con agua necesaria- nos garantiza una buena producción”, explicó Miguel Méndez, productor de Bulán, del cantón Paute.
Para Méndez retirando las ramas “viejas” de los árboles surgen otras nuevas que mejoran la cosecha para obtener buenos frutos.
Algo similar opina Ángel Enríquez, productor de la parroquia Nulti, del cantón Cuenca. Recuerda que hace algunos años atrás realizaban la poda de forma empírica y en cualquier época por la falta de conocimientos y sin tener buenos resultados.
“Hoy –con el asesoramiento del MAG– lo hacemos técnicamente (…) Conocemos sobre el tipo de ramas por quitar en los árboles, como hacer los cortes, las alturas, entre otros requerimientos”, citó Enríquez. (BPR)-(I)