OPINIÓN|
El Consejo Nacional Electoral, que preside doña Diana Atamaint, se encuentra más pobre que damnificado en desierto, porque hasta el momento no se le entregan los recursos que requiere para llevar a cabo el proceso electoral de febrero próximo.
El Ministerio de las deudas, perdón, de Finanzas no ha dicho “Esta boca es mía” ante los pedidos del organismo electoral, y tal parece que quisiera que las elecciones se las realice sin gastar ni un solo centavo del presupuesto, a pesar de que este, teóricamente, tenía asignada la respectiva partida.
Es posible que Richard Martínez, considere que las elecciones se pueden hacer gratis, es decir sin que se gaste ni para estilográficas de un presupuesto que, por ahora, es más misterioso que los exámenes a los aspirantes a jueces de la Corte Nacional de Justicia.
Para don Richard, más bien parece que los ecuatorianos deberíamos pagar las elecciones del próximo año. Por ejemplo, fotocopiar nuestras propias papeletas, y hacer “vaca” para adquirir las urnas y la papelería de los miembros de cada junta receptora del voto.
También quisiera, nuestro inefable Ministro de Finanzas, al parecer, que los ciudadanos votantes paguemos los sánduches y las colas de la Fuerza Pública que supervigilará la seguridad del proceso, y que cancelemos, también de nuestros bolsillos, la energía eléctrica a usarse en el trabajo de las computadoras del conteo de votos.
Es que, en realidad, nuestro Ministro de Finanzas se ha quedado solamente en Ministro renegociador de la deuda y los bonos, olvidándose de que el Estado también mantiene una crecida deuda con todos los ecuatorianos, unos más y otros menos, desde el lustrabotas y el vendedor ambulante de helados, hasta los empresarios, agricultores, ganaderos y un larguísimo etcétera.
Y ahora, para redondear la cosa, está debiendo incluso la plata para las próximas elecciones, lo cual es insólito en cualquier país del mundo que tenga democracia. Gran recaudador hasta con los que menos tienen, el Gobiernos se muestra como un pésimo pagador de sus deudas. ¿Acaso no habrá ni un solo centavo en el Ministerio de Finanzas?, pregunta para don Richard, no Carapaz el gran ciclista, sino Martínez, también campeón…pero del “no pago”. (O)