OPINIÓN|
Con una fiscalía en plena acción depuradora es necesario una administración de justicia independiente y proba en su plenitud. Hoy, aún con el peso de la carga siniestra de la corrupción, se requiere poner la mente en el futuro y con responsabilidad, escoger y elegir a los mejores ciudadanos para la conducción del Gobierno, y con visión crítica definir el modelo del Estado que pretendemos. Noam Chomsky, denuncia una realidad cuando afirma que los gobiernos siempre esgrimen la seguridad como excusa para sus acciones de control, pero nosotros desde nuestra realidad, debemos restaurar el sentido del cambio en función del bien común.
Por eso en las próximas elecciones tenemos que dar un paso adelante, asegurar las fuentes de trabajo, y un marco jurídico que garantice el respeto al valor de la palabra empeñada. El cumplimiento de los contratos en el marco de la ley es la condición básica para la prosperidad.
Tengamos presente que la demagogia populista ofrece las maravillas de la facilidad y del entuerto, cuando tenemos que superar la irresponsable forma de ofrecer los imposibles de supuestas revoluciones que terminan entronizando a los corruptos en el poder, a costa de la dignidad humana, que se logra solamente con trabajo y educación, con la salud para todos y por supuesto con salarios dignos, compatibles con las exigencias del bienestar. Trabajo y más trabajo, es lo que se necesita para superar la crisis que nos deja la pandemia y una gavilla de corruptos que ha destruido nuestro patrimonio. Las elecciones son el camino del porvenir. (O)