Según el parte diario del Ministerio de Salud, 7.414 de los decesos corresponden a muertes confirmadas por la enfermedad, a los que se suman otros 3.799 casos de «fallecimientos probables» por coronavirus.
La estadística recoge los casos desde el pasado 29 de febrero, mes en que se registró el primer paciente contagiado de COVID-19 en el país andino.
El informe indica que 102.852 personas se han recuperado del coronavirus, otras 18.223 han recibido el alta hospitalaria y 1.050 están hospitalizadas, de las cuales 361 tienen pronóstico reservado.
Por provincias, la andina de Pichincha, cuya capital es Quito, sigue a la cabeza en el número de contagios confirmados, con 36.288, es decir, 773 más que el miércoles, mientras que los fallecidos oficiales ascienden a 1.385, tres nuevos respecto a la víspera.
La provincia costera de Guayas, cuya cabecera es Guayaquil, ha acumulado 20.300 positivos de COVID-19, 49 nuevos casos con respecto a la víspera, y se mantiene con el mismo número de fallecidos oficiales, 1.711.
La siguiente más afectada es la provincia de Azuay con 8.547 casos de contagio y 149 fallecidos.
Ecuador aplicó el pasado 16 de marzo un estado de excepción en todo el territorio nacional para afrontar la expansión de la pandemia del coronavirus, que en los primeros meses incluyó un proceso de cuarentena y un estricto confinamiento masivo.
Tras su finalización el 14 de septiembre, el Gobierno nacional pidió «corresponsabilidad» a la población y el acatamiento de medidas tales como el lavado habitual de manos, el distanciamiento físico de al menos dos metros y el uso permanente de mascarillas.
Desde entonces Ecuador se encuentra en una nueva situación en la lucha contra la COVID-19, en la que prima la responsabilidad ciudadana, mientras que la imposición de las restricciones recae en los Gobiernos locales.