El presidente del Gobierno italiano, Giussepe Conte, reivindicó este viernes ante la ONU el trabajo de su país frente al coronavirus, tras haber sido el primer epicentro fuera de China, y prometió solidaridad con el resto del mundo para hacer frente a la pandemia.
“Nuestro país se ha convertido en símbolo de un esfuerzo colectivo. Un esfuerzo humano, antes que sanitario o político, que luego ha servido a toda la comunidad internacional”, señaló Conte en un discurso en video ante la Asamblea General de Naciones Unidas.
En él, destacó la “fuerza” y el “valor” demostrados por los ciudadanos italianos y agradeció también la solidaridad internacional en los primeros compases de la pandemia, una solidaridad que Italia quiere devolver, insistió.
“Nuestro país ha superado, con determinación, la fase más grave de la emergencia sanitaria construyendo sobre la experiencia adquirida directamente sobre el terreno, en primera línea, en los pasillos de hospitales y laboratorios de investigación. Esfuerzos que ahora queremos compartir en un sistema multilateral reforzado”, señaló.
Conte insistió en la necesidad de que todos los ciudadanos del mundo tengan acceso a las vacunas y tratamientos en desarrollo y aseguró que la pandemia ha dejado claro que la humanidad no se puede permitir que la sanidad sea “un lujo en demasiados lugares”.
Según subrayó, la actual crisis ofrece también la oportunidad para un nuevo comienzo. “Tras estos meses de sufrimiento, nos miramos a los ojos de forma distinta, con un nuevo sentido de reciprocidad y un espíritu de solidaridad renovado”, señaló.
Conte apuntó en ese sentido que la próxima cumbre del G20, que acogerá Italia, debe ser un momento para avanzar e imaginar un “nuevo humanismo que ponga a las personas en el centro”.
«Queremos aprovechar las oportunidades de cambio para combatir la injusticia y la desigualdad, porque una sociedad más equitativa e inclusiva no es solo más justa, es también más próspera y, globalmente, más democrática», afirmó. EFE
