Nacido un 11 de mayo de 1904 en Figueras, España, Salvador Dalí fue uno de los artistas más icónicos de su tiempo. Conocido por muchos como el “padre del surrealismo”, Dalí no solo fue famoso por su obra pictórica, sino también por su excéntrica personalidad. Con tintes narcisistas y soberbios, Dalí fue una de las figuras más importantes del siglo pasado, el pintor español dejó una herencia con un gran valor artístico y monetario que en la actualidad podría alcanzar los 1.200 millones de euros.
“Mi Gradiva”
Era 1929, un joven Salvador Dalí se encontraba en París trabajando junto a Luis Buñuel en el filme “Un perro andaluz”, fue allí donde Dalí conoció a varios miembros del movimiento surrealista francés, entre estos se destacaban: Rene Magritte, Joan Miró y el poeta Paul Éluard. Para el verano de ese mismo año Dalí invitó a este grupo de artistas y escritores a Cadaqués, un pueblo ubicado en la Península Ibérica y donde actualmente se encuentra el famoso “Casa Museo Salvador Dalí”.
Magritte y Buñuel fueron los primeros en llegar, posteriormente en la tarde de ese mismo día, tras un largo viaje desde Suiza, llegaron Paul y Gala Éluard. En su autobiografía “La vida secreta de Salvador Dalí”, el pintor catalán escribe sobre su primer encuentro con Gala: “Estaba destinada a ser mi Gradiva (este nombre proviene del título de una novela de W. Jensen, cuyo personaje principal es Sigmund Freud; Gradiva es la heroína y lleva a cabo la cura psicológica del protagonista), la que avanza, mi victoria, mi esposa”. Ese mismo año a pesar de las críticas por parte de los surrealistas, Gala se divorció de Éluard para poder estar con Dalí.
Si bien se conoce a Dalí por su obra independiente gran parte de sus ideas, pinturas e incluso su personaje provenían de la mente de Gala. El mismo Dalí decía: “Todo buen pintor que aspire a crear auténticas obras de arte, antes de nada, debe casarse con mi esposa”.
Elena Ivánovna Diákonova mejor conocida como Gala nació en Rusia en el año 1894, siendo una amante de la literatura y el arte, se convirtió en la mano derecha de su exesposo el poeta Paul Éluard y posteriormente de Salvador Dalí. Gala era más que una musa para el pintor catalán, ella era su pilar y la intermediaria entre su mente y la realidad. Él la consideraba su mayor inspiración, su compañera, su socia creativa y el amor de su vida.
A pesar de los comentarios negativos por parte de su familia y amigos respecto a la nacionalidad de Gala y la diferencia de edad que existía entre los dos (ella era mayor a él con 10 años), al autodenominado “genio” poco le importaba lo que pensaran de su esposa. Según Dalí ella fue “la única que lo salvó de la locura y de una muerte temprana”.
La pareja se casó en 1932 por el registro civil y volvieron a contraer matrimonio mediante el rito católico en 1958. Estuvieron juntos durante 53 años hasta el fallecimiento de Gala en 1982.