El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su entorno indicaron este jueves que podrían oponerse a un cambio en el formato de los debates electorales, mientras que desde el bando demócrata continuaron las críticas por la actitud del mandatario durante el primer cara a cara hace dos días con el candidato progresista, Joe Biden.
«¿Por qué permitiría que la Comisión de Debates modifique las reglas para el segundo y tercer Debate cuando gané fácilmente la última vez?», escribió Trump en Twitter.
En otro mensaje en la misma red social, el mandatario insistió en que fue el triunfador en el encuentro del martes: «Gané el debate a lo grande, con base en compilaciones de encuestas, etc. ¡Gracias!»
UN DEBATE CON MÚLTIPLES INTERRUPCIONES DE TRUMP
La actitud de Trump durante el primer debate, celebrado en Cleveland (Ohio), ha suscitado polémica por las múltiples interrupciones que él mismo ocasionó y que llegaron a provocar que en algún momento Biden perdiera los papeles y lo insultara, además de crear caos, lo que hizo que no llegaran a tocarse a fondo los temas de interés para los votantes.
Según el diario The Washington Post, durante el encuentro, de 98 minutos de duración, hubo una media de una interrupción por minuto, siendo Trump responsable de 71 cortes, frente a 22 que hizo Biden.
Tal ha sido la controversia que la Comisión de Debates Presidenciales informó el miércoles de que cambiaría el formato para favorecer una «discusión ordenada», aunque por el momento no ha revelado las modificaciones.
POSIBLE CORTE DE MICRÓFONOS
Una fuente conocedora de las discusiones dentro de la Comisión, citada por la CBS, reveló que se estaba estudiando la posibilidad de cortar los micrófonos de Trump y Biden si rompían las normas del debate.
No se sabe si los cambios afectarán al debate del próximo miércoles en Salt Lake City (Utah) entre el vicepresidente, Mike Pence, y la aspirante demócrata a la Vicepresidencia, Kamala Harris.
Trump y Biden no volverán a verse las caras hasta el 15 de octubre en Miami (Florida), donde se celebrará el segundo debate presidencial; que estará seguido de un tercer encuentro que tendrá lugar en Nashville (Tennessee), el 22 de octubre; todo ello antes de los comicios generales, el próximo 3 de noviembre.
La portavoz de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, se mostró ambigua cuando fue preguntada sobre si el presidente participará en el próximo debate si cambian las reglas.
Trump «piensa que la única manera de que haya un debate justo es con un cambio de moderador y un cambio de nominado demócrata», dijo McEnany.
«Él quiere debatir -agregó-. Planea estar en el debate, pero quiere que las reglas sean justas y quiere un intercambio justo, y no quiere normas que cubran la incapacidad de cierto candidato de hacerlo bien».
LA CAMPAÑA DE TRUMP DESLEGITIMA A ORGANIZACIÓN
Desde la campaña de Trump fueron más lejos y buscaron deslegitimar a la Comisión de los Debates Presidenciales.
En una llamada con periodistas, el director de la campaña de Trump, Bill Stepien, subrayó que dicha comisión se define como una organización independiente que no está controlada por ningún partido o grupo, y que no respalda a ningún candidato.
Sin embargo, aseguró, «esas características no podrían estar más lejos de la verdad», al tiempo que acusó a sus miembros de ser anti-Trump y de no representar a todos los estadounidenses.
Stepien hizo hincapié en que la campaña no quiere ningún cambio. «Pensamos que el presidente Trump lo hizo absolutamente fantástico, y estamos deseando participar en el segundo y tercer debate, la cuestión es si Joe Biden aparecerá en los otros debates».
Además, destacó que el propio Trump planea participar en los próximos encuentros, aunque avisó que «no debería haber ninguna modificación de lo que se ha acordado y establecido».
Desde el bando demócrata, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, consideró este jueves en una entrevista con Bloomberg TV que Biden no debería participar en los dos debates que quedan de aquí a las elecciones.
«UNO Y HECHO», PARA PELOSI
«Pienso que uno y hecho», consideró Pelosi, quien apuntó que personalmente no cree que «Biden debiera dignificar un debate con el presidente, que no tiene ningún compromiso con los hechos, las pruebas, los datos y que menosprecia el cargo que tiene».
En su rueda de prensa semanal, la dirigente demócrata reconoció este jueves que el comportamiento del mandatario es de las cosas que le mantienen despierta por la noche.
«Como presidenta de la Cámara de Representantes, con el paso del tiempo, la gente me ha dicho «¿qué le mantiene despierta por la noche?» La noche del debate vieron lo que me mantiene despierta», indicó Pelosi.
Y siguió: «ver a un presidente de EE.UU. en un debate con un potencial presidente de EE.UU. negarse a condenar a los supremacistas blancos, negarse a comprometerse con una transición de Gobierno pacífica, que ignora la crisis climática mientras nuestro país está ardiendo y nuestras costas son golpeadas por feroces tormentas, que está ahí para destrozar la ley de Asistencia Sanitaria Asequible (Obamacare) en vez de acabar con el virus».
Por lo pronto, el propio Biden y su campaña adelantaron ayer que tenían intención de participar en los otros debates. EFE