Durante el proceso, que arrancó este lunes a las 09.30 hora local (12:30 GMT) de forma remota, el tribunal juzgará a Santiago Riveros, quien fue comandante de Institutos Militares, así como a los aviadores Luis del Valle Arce, Delsis Malacalza, Eduardo Lance y Alberto Conditi, integrantes del batallón de Aviación 601 del Ejército, ubicado en la localidad bonaerense de Campo de Mayo.
Los exmilitares se sentarán en el banquillo por el secuestro, torturas y homicidio de Juan Carlos Rosace, Adrián Enrique Accrescimbeni, Rosa Eugenia Novillo Corvalán y Roberto Ramón Arancibia, cuatro personas que estuvieron recluidas en la guarnición militar de Campo de Mayo.
En los siete años que duró la dictadura autodenominada «Proceso de Reorganización Nacional», Campo de Mayo fue sede de uno de los principales centros clandestinos de detención desde los que salían los «vuelos de la muerte» que arrojaron a cientos de víctimas a las aguas del Río de la Plata o al mar.
Se estima que unas 5.000 personas pasaron por el centro clandestino de Campo de Mayo, de las cuales muy pocas sobrevivieron.
La jueza de instrucción de San Martín Alicia Vence elevó a juicio esta causa basándose en los testimonios de unos 400 militares que, durante su paso por la guarnición de Campo de Mayo en su servicio militar obligatorio, presenciaron u oyeron cómo salían esos vuelos por las noches.
En el auto de la Fiscalía que elevó a juicio esta causa, el Ministerio Público detalló que la tarea de los aviadores ya retirados «consistía en organizar, planificar y materializar los denominados vuelos de la muerte».
«Para ello recibían a las víctimas que eran trasladadas al Batallón de Aviación 601 de Campo de Mayo. Allí eran subidas, vivas o muertas, a los aviones y/o helicópteros del Batallón que luego despegaban y durante el vuelo eran arrojadas a las aguas del Río de la Plata y/o al océano Atlántico para que no fueran encontradas, debido a la clandestinidad del accionar desplegado por las Fuerzas Armadas», recogió entonces el texto.
En ese sentido, el juicio, que tendrá lugar cada lunes, tratará de esclarecer la forma en la que funcionaban esos centros y los mecanismos con los que se organizaban los «vuelos de la muerte». EFE