Unos surfistas fueron los primeros hace unas semanas en detectar el desastre cuando sintieron primeros síntomas de intoxicación: ojos secos, visión borrosa, dolor de garganta y náuseas, según un comunicado de la organización ecologista Greenpeace.
«La confirmación de que esta no es una intoxicación ordinaria fue una mancha en el océano que apareció después de un tiempo, cambió el color y el sabor del agua y aumentaron los casos de intoxicación. Los residentes locales comenzaron a quejarse en masa de mareos y náuseas después de caminar por la playa», señala.
En las costas de Kamchatka empezaron además a aparecer miles de estrellas de mar, erizos, pulpos, peces, una foca y otros animales marinos, según los medios rusos
Fueron los surfistas locales los que alertaron del incidente en las redes sociales y el pasado viernes Greenpeace exigió a varias agencias oficiales una investigación inmediata sobre las causas de la contaminación y una urgente eliminación de las consecuencias.
El gobernador de Kamchatka, Vladímir Sólodov, se reunió el domingo con surfistas, a los que urgió a acudir al hospital en caso de que empeorara su condición.
Las autoridades también anunciaron inspecciones más allá del área de la playa de Jalaktyrsky para incluir las de Bolshaya, Malaya Lagernaya y Babya, de acuerdo con la organización ecologista.
Sólodov indicó que recibió los primeros avisos sobre una contaminación del agua el pasado 29 de septiembre y que dio el mismo día instrucciones a las agencias regionales y federales responsables que analicen la situación, identifiquen las causas y tomen las medidas necesarias para eliminar la polución.
Previamente, expertos del servicio hidrometeorológico habían hallado un exceso fenol (2,5 veces el máximo permitido) y de productos derivados del petróleo (3,6 veces) en la zona costera cerca de la playa de Jalaktyrsky, según la agencia Interfax.
El gobernador explicó hoy que los especialistas están evaluando tres posibles fuentes de contaminación en las aguas del Pacífico, entre ellos una polución provocada por el hombre, un fenómeno natural, o algas arrastradas a la orilla por un vendaval.
También hay otra teoría conectada con actividades sísmicas y volcánicas en la península, añadió, de acuerdo con Interfax.
El ministro de Recursos Naturales, Dmitri Kobilkin, sostuvo este lunes que no se han detectado en las muestras excesos de petróleo, productos derivados o análogos en el agua ni en la playa.
Precisó que las pruebas han arrojado un ligero exceso de hierro y fosfatos, pero los niveles son insignificantes.
«No encontramos ningún reactivo químico en el agua. Ni en el agua ni en tierra», subrayó.
Sólodov indicó que el sábado pasado hubo un exceso del nivel máximo permitido de concentración de productos petroleros, en concreto de 7 a 9 veces, si bien el domingo ya solo fueron de 1,2 veces superiores. EFE