El presidente de EE.UU., Donald Trump, no mostraba este martes síntomas de COVID-19, según su médico personal, Sean Conley, y ya ha expresado su intención de participar en el debate del próximo 15 de octubre en Miami (Florida) frente al aspirante demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, pese a no haber completado aún el tratamiento.
“Esta mañana el equipo de médicos del presidente se reunió con él (Trump) en su Residencia. Tuvo una primera noche reconfortante en casa y hoy no muestra síntomas”, señaló Conley en un memorándum, en el que dio a conocer el estado del mandatario, quien dispone de un equipo de especialistas que lo atienden las 24 horas.
Tras salir el lunes del hospital militar Walter Reed, donde estuvo ingresado tres días tras dar positivo por COVID-19, Trump evoluciona “extremadamente bien”, subrayó el facultativo.
Según el informe médico, «los síntomas vitales y el examen físico (de Trump) permanecen estables, con un nivel de saturación de oxígeno ambulatorio de 95-97 %”.
TRUMP, EN TRATAMIENTO EXPERIMENTAL
«En general -afirmó Conley-, (Trump) continúa haciéndolo extremadamente bien».
En una rueda de prensa, el médico reconoció el lunes que el mandatario «no está fuera de peligro» y que se encuentra de hecho en un «terreno no explorado» por otros pacientes de COVID-19 debido al tipo de tratamiento que ha recibido.
El jefe de Estado, quien el jueves pasado dio positivo por la enfermedad junto a su esposa, Melania Trump, ha recibido una combinación de tratamientos potentes como el cóctel experimental de anticuerpos de la farmacéutica Regeneron que le fue suministrado el viernes; el antiviral Remdesivir y el esteroide dexametasona.
Trump, que tras salir el lunes del hospital llamó a no «temer» al virus, afirmó este martes en Twitter que aspira a participar en el debate frente a Biden, que se celebraría tres semanas antes de los comicios del 3 de noviembre.
PENSANDO EN EL DEBATE
«Estoy deseando (participar en) el debate de la noche del jueves, 15 de octubre en Miami. ¡Será genial!», tuiteó.
«¡SINTIÉNDOME FENOMENAL!», aseguró Trump en un segundo mensaje en la misma red social.
Horas antes de escribir estos tuits, el presidente había escrito otro en el que comparaba la COVID-19 con la gripe, restándole importancia.
«¡La temporada de la gripe se acerca! Mucha gente todos los años, algunas veces más de 100.000, y pese a la Vacuna, muere de la Gripe. ¿Vamos a cerrar nuestro País? No, hemos aprendido a vivir con ella, justo como estamos aprendiendo a vivir con la COVID, en la mayoría de poblaciones mucho menos que letal», indicó.
Ese mensaje fue censurado por Facebook y Twitter, a los que Trump respondió con un mensaje en el que llamó a eliminar las protecciones legales de las que disfrutan las grandes plataformas de internet bajo la sección 230 de la Ley de Decencia en las Comunicaciones de 1996.
Twitter, la plataforma preferida de Trump, ocultó el tuit del presidente con una advertencia de que viola las reglas de esa red social «sobre la difusión de información engañosa y potencialmente dañina relacionada con la COVID-19», aunque lo mantuvo accesible si se hace clic sobre él por su «interés para el público».
A la decisión de Twitter siguió la de Facebook que optó por eliminar completamente el mensaje al considerar, según indicaron desde la empresa en un comunicado, que se trataba de «información incorrecta sobre la severidad de la COVID-19».
La sección invocada por Trump indica que las grandes compañías de internet están exentas de casi cualquier consecuencia legal resultante de los contenidos publicados en su plataforma e incluso de sus propias decisiones de eliminar contenidos, porque se supone que son meros intermediarios o canales.
CÚPULA DEL PENTÁGONO, EN CUARENTENA
Después del brote detectado en la Casa Blanca, este martes trascendió que el jefe del Estado mayor conjunto de EE.UU., el general Mark Milley, y otros altos cargos del Pentágono se encuentran en cuarentena, después de que un subcomandante se contrajera la COVID-19.
La cuarentena afecta a prácticamente todos los principales asesores militares de Trump, conocidos como el Estado mayor conjunto, revelaron los diarios The New York Times y The Wall Street Journal, citando fuentes del Pentágono.
La Guardia Costera de EE.UU. anunció en un comunicado que el subcomandante de esa rama de las Fuerzas Armadas, el almirante Charles Ray, fue diagnosticado con la enfermedad este lunes.
Tanto Milley como el resto de los altos cargos del Estado mayor conjunto han dado negativo después de enterarse del positivo de Ray, de acuerdo con el Wall Street Journal.
Sin embargo, han decidido trabajar desde casa como precaución y para seguir las directrices marcadas por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), un protocolo que contrasta con el de la Casa Blanca. EFE