Tras publicarse el acuerdo íntegro que el Gobierno ecuatoriano firmó con el Fondo Monetario Internacional (FMI), se conocieron los 10 compromisos tributarios que adquirió el país para acceder a los USD 6.500 millones ofrecidos en préstamo.
En primer lugar, se encuentra el alza del 3% del Impuesto al Valor Agregado (IVA), con lo que pasaría del 12% al 15%; en cuanto a este mismo gravamen, también se establece su no devolución a las universidades y a las personas de la tercera edad.
Sobre el Impuesto a la Renta, que se ubica en el 10%, se señala que se deberá gravar a la décimo tercera y cuarta remuneración de todos los trabajadores del país; además de elevar la base imponible, que se ubica en USD 8.140 anuales, quienes perciben mayores ingresos actualmente no pagan esta tasa. Además, este tipo de impuesto deberá elevarse para las empresas, del 25% hasta el 28%.
En cuanto a las exenciones, se plantea la eliminación del crédito tributario que genera el Impuesto a la Salida de Divisas (ISD) cuando se importan bienes de capital o insumos productivos, con lo que se buscaba incentivar la inversión y la producción en el país.
También se incluye la creación de impuestos especiales a la gasolina, a las emisiones de CO2 y al sector de las telecomunicaciones, que también podrían tener una elevación del IVA.
Según Napoleón Santamaría, experto tributario, lo acordado por el Gobierno golpeará una vez más y de forma directa el bolsillo de los ecuatorianos, sobre todo de la clase media; con lo que se afectará más la economía que se encuentra en crisis por la pandemia de la covid-19.
“Se golpea a las universidades, a la educación, que es la opción para que los ecuatorianos salgan de la situación de pobreza; además se afecta a los trabajadores, si ganan más, deberán pagar más. Quien va a terminar pagando la factura de este acuerdo somos el pueblo ecuatoriano”, advirtió el experto. (I)