OPINIÓN|
Nada se arregla podando un árbol que da malos frutos. Hay que cortarlo, arrancar las raíces y plantar otro que de buenos frutos; parafraseando con las elecciones, encontramos los males que afligen a la sociedad actual: la corrupción, la injusticia, la pobreza y el robo; pero sus raíces son mucho más profundas; lo que exige la sustitución del sistema imperante, y eso es precisamente lo que se debe buscar con las elecciones para ser gobierno y no parches, para una sociedad que necesita restructurarse, remodelarse, fundamentalmente es agrícola; y en materia de educación, como parte de un proceso de mejoramiento y reciclaje permanente de formación, que consiste en concentrarse en el sector y actividad generadora de empleo; él empleo debe ser un factor condicionante y determinante de la formación; pues el auto empleo es apenas un sucedáneo del desempleo, y por lo tanto no resuelve los problemas de la juventud que busca un trabajo luego de obtener su formación profesional. ¡Qué decir de vivienda, salud y medio ambiente!
La sociedad clama por ayuda, para una gran mayoría de jóvenes afligidos con el mundo laboral y sin capacidad para abrirse camino y encontrar un espacio para desarrollar una vida profesional para lo que fueron formados y ser útiles a la sociedad. La Formación profesional prepara al individuo para ocupar una posición en la estratificación ocupacional; y el aparato productivo debe encontrar los profesionales para asumir sus encargos, con la calidad deseada y el tiempo oportuno…
Aquí aparecerán los llamados salvadores de la sociedad. ¡Que sueños! ¡Nos darán trabajo, dejaremos de sufrir, gozar por fin de la vida! llegan como los salvadores o demonios, unos peores que otros y entre muchas «frutas» suele haber alguna buena. (O)