Miles de estudiantes se congregaron hoy tras la salida de sus clases en institutos y universidades para pedir la dimisión del primer ministro, Prayut Chan-ocha, en tres puntos del norte de Bangkok, lejos del centro de la capital, que ha servido hasta ahora de escenario para las manifestaciones pacíficas contra el Gobierno.
En el juego del gato y el ratón en el que los estudiantes han conseguido burlar a las autoridades durante días logrando organizar concentraciones, la orden emitida por el Gobierno el domingo de cerrar las páginas de Facebook usadas para convocar las protestas no impidió a los jóvenes organizarse por otros medios.
Lo mismo ocurrió durante el fin de semana cuando las autoridades cerraron toda la red de transporte público de la capital sin conseguir evitar las concentraciones.
EFECTO SORPRESA DE LAS PROTESTAS
Las protestas de hoy fueron convocadas, avisando del lugar poco antes de la hora prevista para no pillar por sorpresa a las autoridades, a través de una cuenta de la aplicación Telegram abierta ayer, lo que hizo que el gobierno emitiera por la mañana una orden a los proveedores de servicios de Internet para que bloqueasen el servicio.
Finalmente, el lugar más concurrido fue la intersección de Kaset, cerca de la Universidad de Kasetsart, donde a partir de las 15.00 horas (hora local, 10.00 GMT) se fue congregando una multitud creciente de estudiantes ataviados con los uniformes obligatorios en los centros de educación secundaria y superior del país.
Por la noche, al caer la oscuridad, los jóvenes iluminaron el lugar alzando sus móviles mientras gritaban consignas contra el gobierno y a favor de la democracia.
ACTIVISTAS ARRESTADOS
Entretanto, centenares de manifestantes se concentraron frente a al centro de prisión preventiva de Bangkok, en cuyas puertas metálicas colgaron lazos blancos y carteles con la frase: «dejad de acosar a los ciudadanos».
La organización de defensa de los derechos humanos Thai Lawyer for Human Rights (THLR) señaló hoy en una rueda de prensa en Bangkok que hay 19 activistas encerrados en dicho centro penitenciario, del total de 86 que han sido arrestados desde el pasado 13 de octubre por su papel en las protestas, dos de ellos menores de edad.
Además, THLR denunció que 74 de los detenidos fueron llevados inmediatamente al cuartel de la Policía Fronteriza de la provincia de Pathum Thani, al norte de Bangkok, sin informar a sus familiares ni permitirles acceso a representación legal.
CENSURA A LOS MEDIOS
Además, el Gobierno ordeno hoy que se investigara a cuatro medios locales por su cobertura del movimiento prodemocrático, a los que acusa de divulgar contenidos que suponen una amenaza para la seguridad nacional, según a un comunicado publicado por las autoridades.
Los medios afectados son The Standard, Voice TV, The Reporters y Prachatai; un periodista de este último ya fue detenido el viernes por la Policía durante una retransmisión en directo de las manifestaciones y sus dispositivos electrónicos fueron requisados.
«Continuaremos cumpliendo con nuestro deber» informativo, aseguró la veterana reportera Thapanee Eadsrichai, una de las caras más populares del portal de noticias The Reporters.
LAS DEMANDAS DE LOS ESTUDIANTES
La principal demanda del movimiento estudiantil, que comenzó el 18 de julio y ha ido cobrando fuerza con protestas casi diarias, es la dimisión del Gobierno y la redacción una nueva Constitución, ya que la actual fue redactada por la antigua junta militar (2014-2019), además de reducir la influencia del Ejército en la política.
Pero la demanda más audaz y controvertida de los estudiantes y sus partidarios es la reforma de la monarquía, un tema tabú hasta hace poco por el gran respeto que ha inspirado la institución y la dura ley de lesa majestad, que prevé penas de hasta 15 años de cárcel para quien critique a la corona.
El monarca, que pasa la mayor parte de su tiempo en Alemania, llegó hace dos fines de semana a Tailandia junto a la reina y la concubina real para participar en ceremonias religiosas y el aniversario por la muerte de su padre, el venerado Bhumibol Adulyadej, fallecido el 13 de octubre de 2016.
El actual monarca no ha heredado el carisma ni el respeto que suscitaba su padre y su ausencia del país, así como su opulento tren de vida en la provincia alemana de Baviera, han generado críticas durante la pandemia de covid-19, que está golpeando duramente la economía tailandesa. EFE