Tres meses después de que la Terminal Terrestre de Cuenca retomara sus actividades, el panorama todavía no es alentador. El flujo de personas ha disminuido notablemente, según explican algunos conductores y comerciantes que laboran allí.
Las condiciones económicas y el miedo al contagio serían las razones por las que la mayoría de la población ha evitado salir de viaje. Incluso en el último feriado del 9 de Octubre, no hubo mayor movimiento, según indica David Pesántez, propietario de un local comercial.
“No es para nada el ritmo que era antes. Lo que se vende es botellas de agua y recargas. Las ventas no suben. Hay mucha gente que no sale todavía; se resguardan en sus casas; y hay otros que circulan pero no se detienen a comprar”, señala Pesántez.
Con él coinciden Carmita Peña y Juan Pablo Mora, quienes ofrecen confitería. Aseguran que ya no se identifica un día positivo para las ventas, salvo los lunes en la mañana, cuando algunos ciudadanos retornan desde cantones cercanos.
“La economía está baja para todos. Hay personas que compran no más de 1.00 dólar, 0.50 centavos, o a veces compran chicles para cambiar las monedas, pero todo está bajo”, refiere Mora.
Para Carlos Montesdeoca, conductor de la cooperativa Express Sucre, que cubre rutas a Guayaquil, Santo Domingo y Quito, otra de las razones por las que no existe mayor afluencia de personas en la terminal, sería por la informalidad, esto es, la existencia de busetas piratas.
“Estamos laborando con el 50 % de frecuencias. Queremos que nos ayuden a controlar a las busetas piratas, que no nos dejan trabajar bien”, refiere.
Por otro lado, en el patio de comidas, la soledad es evidente. La mayoría de puestos permanecen vacíos y hay preocupación en los comerciantes. Los pocos clientes que arriban tienen la difícil decisión de elegir dónde comer, dado que todos buscan seducirlos con sus menús, ante la desesperación por vender.
Adolfo Mondoñedo, propietario de El Encanto del Marisco, es uno de los más conocidos del lugar. Manifiesta que las ventas han disminuido alrededor de un 60 %.
Comenta que la Municipalidad de Cuenca les ha facilitado implementos para que los clientes puedan desinfectarse antes de servirse los alimentos. Aún así, el temor por el virus persiste en los ciudadanos.
“Estamos con todas las debidas precauciones contra el virus. Nos estamos cuidando bastante. Esperamos que en los días venideros, la situación mejore”, sostiene Mondoñedo.
“Las personas ya no tienen la misma confianza en cuanto a la comida por lo complejo de la situación. Están un poquito nerviosas y no hemos tenido mucha acogida”, indica Alexandra Guapizaca.
Asimismo, la preocupación surge por las deudas pendientes que tienen algunos comerciantes, entre ellas, el pago de los arriendos.
“En el tema de la renta estamos apelando a los señores del Municipio, porque nosotros pagamos 240 dólares y de dónde vamos a pagar ahora si no hay gente. No podemos ni enviar viandas porque se pierde; la gente no quiere pagar por la carrera”, menciona Martha Verdesoto.
“Estamos asustados porque cualquier rato viene la disposición de pago de los arriendos y aparte tenemos deudas de la luz, del agua, que al final, nadie perdonó y que se acumularon con intereses. No trabajamos casi seis meses y estamos preocupados por la situación que no está buena. La mayoría somos personas mayores y la necesidad nos obliga a estar aquí”, expresó por su parte Marlene Peso.
Las ciudadanas indican que también las ventas ambulantes que se ubican en la calle De los Chapetones, junto a la terminal terrestre, perjudican sus ventas, por lo que piden a las autoridades que se tomen cartas en el asunto. (LCH)-(I)
OTRAS ÁREAS
Oficios
Otro sector afectado es el de los betuneros. Ángel Chamba labora todos los días desde las 08:00 hasta las 15:00, aproximadamente, a pesar del riesgo que conlleva lustrar zapatos en medio de la pandemia. Chamba hace un llamado a la población a perder el miedo. Sin embargo, recuerda que hay que guardar las medidas necesarias para evitar el contagio.
Encomiendas
Respecto al servicio de encomiendas, esta actividad no se ha visto mayormente afectada, puesto que la ciudadanía continúa enviando y recibiendo paquetes con normalidad. El horario de atención también se mantiene: desde las 06:00 hasta las 22:00. Este proceso también exige estrictas medidas de bioseguridad. Implementos de trabajo son los productos que mayormente se envían.