OPINIÓN |
El autor es quien realiza un trabajo artístico, literario, técnico, científico, etc., merced a su acervo de conocimientos, sus méritos, criterios y cualidades, que le permiten la consecución de la obra.
Existen instituciones que, además de los familiares de artistas de la fotografía, manejan archivos que hablan de la historia de la Ciudad de Cuenca, de su gente, de políticos, de la construcción de obras importantes, de sus calles y parques, de personajes que dieron lustre a Cuenca y al País.
En redes sociales están presentes innúmeras imágenes de la Cuenca antigua que incluyen personalidades, eventos, vida social, cultural y deportiva, en ellas no se reconoce el “crédito del Fotógrafo”, quien legó con su trabajo y esfuerzo una invalorable documentación de la Ciudad, su historia y cultura.
Resulta inverosímil que ciertas instituciones culturales permiten el acceso a sus archivos sin control de uso y destino, alimentando el desconocimiento del archivo de origen. Las fotografías de Salvador Sánchez y Manuel Serrano pasan por el anonimato, están en calles y mercados, todos ellas. fruto de una agresión hoy convertida en hecho regular, común y se encuentran sellos ajenos al autor y propios de quien practica lo señalado en este comentario sobre las imágenes que circulan por doquier.
Por el ancestro fotográfico de Cuenca en los inicios del siglo XX, reconocido en el País, en donde además de los nombres antes citados, encontramos a Emmanuel Honorato Vázquez, Gabriel Carrasco, Agustín Landívar, Rafael Sojos, Víctor Coello, José Antonio Alvarado y otros, debería conformarse el museo de la Fotografía Cuencana para la preservación de los archivos y acervo artístico-cultural, que hoy nutren los archivos de la Capital, postrando a nuestra Ciudad en el olvido histórico. (O)