«La posición del Gobierno siempre fue de mantener la exposición y de ir renegociando lo que se necesite para pagar. Esa es la intención», dijo Chodos en declaraciones a Radio La Red.
«También es cierto que puede llegar a haber necesidades un poco por arriba, que podrían llegar a ocurrir. Pero no me imagino una cosa que sea muy exorbitante respecto del de antes. La intención es ir saliendo, no volver a entrar», agregó el funcionario.
Fue la respuesta del funcionario ante la pregunta de si el nuevo acuerdo podría incluir dinero fresco o sólo se buscaría renegociar lo que se debe.
El Gobierno del presidente Alberto Fernández viene sufriendo una caída en las reservas internacionales y una ampliación de la brecha cambiaria, que genera altas expectativas de un salto cambiario.
El Ejecutivo tenía la intención de que el nuevo acuerdo sirviera para pagar los vencimientos del acuerdo firmado por el presidente Mauricio Macri (2015-2019), que originalmente eran de unos USD 57.000 millones, pero el Gobierno de Alberto Fernández, al rechazar los últimos desembolsos, redujo a unos USD 44.000 millones.
Analistas privados calculan que las reservas internacionales netas ya están en niveles mínimos y aconsejan que se incorporen nuevos fondos para restaurar la confianza en la capacidad de maniobra del Banco Central.
“Es absolutamente necesario que el acuerdo con el Fondo esté antes de julio del año que viene, y altísimamente conveniente que esté en abril, marzo del año que viene”, agregó Chodos.
Se debe a los vencimientos a pagar al propio FMI y por la negociación de la deuda con el Club de París.
«Si avanzamos suficientemente rápido y tenemos un buen programa que entienda las necesidades de la Argentina, puede estar antes», explicó Chodos.
La negociación del nuevo acuerdo comenzará la segunda semana de noviembre. Luego tiene que ser aprobado por su directorio. Y se buscará alcanzar consenso político en Argentina.
«Hemos puesto muy claramente sobre la mesa la necesidad de que pase por el Congreso de la Nación», reafirmó Chodos. EFE