El teatro ha vuelto a Sao Paulo, pero con cabinas de plástico para sus espectadores para evitar los contagios de covid-19. La comedia satírica «Volpone», del británico Ben Jonson, conquista estos días al público de la capital paulista con una readaptación original y ajustada a los tiempos de pandemia.
La más reciente producción de la compañía brasileña Bendita Trupe vuelve a la escena en un aparcamiento de Sao Paulo, con un aforo para tan solo veinte espectadores que, eso sí, deben acompañar la función desde el interior de cabinas individuales de plástico.
Así es la «nueva normalidad» en la ciudad más populosa de Brasil y una de las más azotadas por el coronavirus, con casi 13.500 muertes y 315.000 casos confirmados de la enfermedad, según el último balance oficial.
El espectáculo marca el retorno de la vida teatral en la capital paulista, tras más de siete meses de paralización debido a la crisis de la covid-19 y bajo un estricto protocolo sanitario.
Previsto para estrenarse para un público de 350 personas, la inusitada irrupción del coronavirus provocó cambios en la producción, presentación e incluso en el propio texto de adaptación, cuyo nombre pasó de «Volpone» a «Protocolo Volpone: un Clásico en tiempos pandémicos», según explicó a Efe la directora, Johana Albuquerque.
Con un formato inédito, la compañía reinventa la forma de ver teatro e invita a los espectadores a disfrutar de la función con una mirada desde el interior de su burbuja particular, desde donde observan los pecados de la sociedad londinense del siglo XVII expuestos de forma satírica en la obra.
«Nosotros queremos mostrar que existen prototipos, modelos de teatro que son viables antes de la llegada de la vacuna» contra el coronavirus, enfatizó Albuquerque.
Además de los rigurosos protocolos sanitarios para garantizar la seguridad de los espectadores, los actores suben al escenario provistos de mascarillas, micrófonos e incluso pequeños botes de alcohol en gel, una verdadera revolución para quienes están habituados con la proximidad de la puesta en escena.
La pandemia «lo ha cambiado todo» y hoy «tenemos una serie de procedimientos asimilados para las funciones», destacó la directora.
Albuquerque admite que la «nueva normalidad» de hacer y consumir teatro causa una «cierta extrañeza», pero aseguró que una vez superadas las impresiones iniciales, el público vuelve a «sumergirse» en la obra.
«El público pasa por un proceso de adaptación, pero una vez que entiende los códigos, pasa a sumergirse realmente en la función», subrayó.
En 1606, cuando la obra de Jonson fue representada por primera vez, Inglaterra atravesaba la epidemia de la peste bubónica, pero no era la enfermedad la que ocupaba el foco principal de la función, sino la avaricia y lujuria de sus habitantes.
Ahora, esos tres elementos cobran nuevo significado y vuelven a dialogar en «Protocolo Volpone», que se propone contar la misma historia «clásica desde una perspectiva más contemporánea».
«La enfermedad y la ganancia están presentes en nuestro contemporáneo y dialogan entre sí a través de la inserción de comentarios que hablan directamente de lo que está pasando en Brasil y de los varios virus que nos golpean», completó la directora.
Brasil, con unos 212 millones de habitantes, es el segundo país del mundo con el mayor número de muertes asociadas a la covid-19 (158.456), después de Estados Unidos, y el tercero con más contagios (5,46 millones), solo superado por EE.UU y la India. EFE