Retirarse con honor

Edgar Pesántez Torres

OPINIÓN|

Es una verdad concluyente que los ciclos de la vida y particularmente de la especie humana han sido elaborados y marcados por leyes de la naturaleza, por la divinidad o simplemente por la sabiduría universal. Las ciencias de la medicina y la psicología dan cuenta de épocas particulares de la biología y de la conducta que tiene un inicio, se desarrollan y culminan. Igual sucede con las tareas sociales, antropológicas y culturales, en ellas se cumple faenas determinadas. En cada etapa de la vida hay que esforzarse por realizar una función y un trabajo eficientes y llegar a un momento oportuno para abandonar con honradez y dar paso a los renuevos

Saber retirarse a tiempo es sabiduría, porque para hacerlo hay que tener valor y conciencia de poder irse con la cabeza erguida, reconociendo los errores y dejando muchas cosas buenas que puedan ser emuladas. En esta consideración es de prudentes saber hasta cuándo se puede ser actor eficiente y admirado y cuándo se debe apearse para ceder el turno a las nuevas generaciones y pasar a ser observadores de nuevos episodios, es decir, franquear los tiempos vitales para ser mentores o consejeros del arte de vivir.

Un momento clave de la vida es lo que se conoce como jubilación, que muchos no aceptan por pensar que conduce a la inercia lúgubre, a la invalidez físico-mental o simplemente a la antesala de la muerte. Si en el servicio público hay que irse cuando las fuerzas físicas e intelectuales hay disminuido, lo mismo debe suceder en actividades privadas de cualquier índole. Se ha visto con nostalgia y hasta con lástimas a artistas, cantantes, modelos, deportistas… asirse en la gloria, cuando sus atributos han desmejorados cayendo en la ridiculez.

Cosa igual ocurre en otras profesiones o actividades como en la política, cuyos protagonistas quieren medrar hasta la víspera de su muerte. Aquello no quiere decir que sea bueno “jubilarse de la política”, cuando su sabiduría, experiencia y prudencia pueden dar muchas recomendaciones a la generación de relevo. En fin, cuántos desafueros se cometen en la vida diaria por no saber retirarse a tiempo, fenómeno que no hay que tomarle como cobardía sino como sapiencia y sabiduría.

Retirarse con honor, es jubilarse con conciencia y dar paso al consejo reposado que contribuya al bienestar de los demás. (O)