El expresidente boliviano Evo Morales, que se alista para regresar desde Buenos Aires a su país a un año de su salida, dijo a Efe que con el histórico triunfo de su partido en los comicios en Bolivia, el presidente de EE.UU., Donald Trump, «no tiene ningún trofeo para sus elecciones».
Morales, que se vio forzado a renunciar a la Presidencia tras las elecciones de 2019 entre denuncias de fraude electoral y un presunto golpe de Estado orquestado por EE.UU. del que dice fue víctima, se mostró tajante, en una entrevista telemática con Efe, acerca de la posibilidad de que pierda Trump en los comicios del próximo 3 de noviembre: «yo festejaré», recalcó.
«En vez de que sea golpe del gringo contra el indio será del indio contra el gringo», afirmó, y añadió que «nuestros golpes no son con masacres, con muertos, heridos, quemando casas de ministros, ministras, asambleístas, gobernadores, alcaldes. Quemando whipalas, pateando al indígena».
«En democracia recuperamos la patria», resumió Morales sobre el triunfo de su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS), en las elecciones del pasado 18 de octubre en Bolivia.
TRIUNFO «INÉDITO, HISTÓRICO Y ÚNICO EN EL MUNDO»
Morales consideró que el hecho de que su partido, «un movimiento político antiimperialista y anticolonialista», haya logrado ganar las elecciones un año después del «golpe de Estado» es «inédito, histórico y único en el mundo».
Luis Arce, exministro de Evo Morales, venció con el 55,1 % de los sufragios, por encima del 50 % más uno que necesitaba para ganar en primera vuelta.
En opinión de Morales, esto se debe al «resultado de los trece años» de su Gobierno, ya que el voto duro, que calcula en un 35 %, «se conserva con resultados de gestión pública».
Además, señaló que el MAS es el «único movimiento que conoce Bolivia».
También apuntó que «las nuevas generaciones, las juventudes se dieron cuenta de cómo se vive con la derecha y cómo se vive con la dictadura», y que «la indignación y la decepción» han ayudado a que el MAS alcanzara el 55 % de los votos.
«Los pueblos saben cuál es el mejor camino que hay que seguir y nosotros tenemos un modelo económico basado primero en la nacionalización de nuestros recursos naturales».
VUELVE A BOLIVIA UN AÑO DESPUÉS DE SU SALIDA
Morales dejó Bolivia el 11 de noviembre del año pasado rumbo primero a México y desde el 12 de diciembre de 2019 está en Buenos Aires, donde llegó dos días después de que el peronista Alberto Fernández asumiera la presidencia de Argentina.
Ahora se alista para regresar el próximo 11 de noviembre a Chimoré, en el departamento de Cochabamba, el mismo punto desde donde partió al exilio el año pasado.
«El 11 de noviembre del año pasado salí para salvar la vida, ahora volveré con vida a Chimoré», afirmó.
El exmandatario boliviano reveló que ha descartado regresar a Bolivia el día de la toma de posesión de Luis Arce, porque eso le «quitaría el protagonismo del hermano Lucho Arce».
«Y no puedo hacer eso como expresidente», agregó.
Morales, que ha reiterado que no tendrá ningún puesto en el Gobierno de Luis Arce, aseveró que no «tiene en mente» postularse a ningún cargo en el futuro.
«Por ahora es volver a Bolivia, voy a volver dignamente», dijo, y añadió que tiene muchos pedidos de compartir su experiencia en la lucha sindical, así como de su gestión como presidente.
Además, explicó que tiene muchas invitaciones para viajar a Europa desde antes de la pandemia de coronavirus y que tal vez el próximo año programe una gira por ese continente.
No obstante, confirmó que este año no tiene previsto ningún viaje.
También expresó sus deseos de visitar al papa Francisco, de quien dijo que siempre le acompañó «antes del golpe y después del golpe».
DESAFÍOS DEL NUEVO GOBIERNO BOLIVIANO
Para Evo Morales los principales desafíos del nuevo Gobierno boliviano son el empleo y «levantar la economía».
«Primero por la dictadura y segundo por la pandemia que lamentablemente se ha destrozado la economía. Ahora tenemos la obligación de cómo trabajar conjuntamente», agregó.
El expresidente dijo que, como dirigente del movimiento político más grande de la historia de Bolivia, pedirá al nuevo Gobierno convocar un encuentro entre empresarios, partidos políticos, y trabajadores para plantear una reconciliación para la reconstrucción de la economía boliviana.
«Esperamos que se tomen en cuenta nuestras propuestas porque se necesita unidad para levantar nuestra economía», añadió.
SORPRESIVO VIAJE A VENEZUELA
En relación con su viaje a Venezuela el pasado fin de semana, Morales reveló que «sorpresivamente» el presidente venezolano, Nicolás Maduro, le invitó y que él tiene el derecho a reunirse «con quien sea».
«Eso no es delito, no es pecado. Lamento mucho esos comentarios e insinuaciones», en referencia a las críticas por el hermetismo sobre este viaje.
«No tenía mucho tiempo. Un día llegué en la madrugada, en la tarde nos encontramos y en la noche retorné. Al día siguiente estaba acá», explicó.
Morales afirmó que «el hermano Maduro estaba sorprendido por los resultados de las elecciones» en Bolivia y que también conversó con él sobre la integración y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
VIENTOS DE CAMBIO EN AMÉRICA LATINA
Para Evo Morales los resultados de los comicios en Bolivia y del referéndum en Chile, así como las encuestas para las próximas elecciones en Ecuador, «demuestran que el pueblo sigue en pie de lucha, no solamente por reivindicaciones, sino por profundas transformaciones estructurales».
El expresidente Morales apuntó que está «casi seguro» que ganando en algunos países como Ecuador, en Suramérica se puede retomar la instalación o reinstalación de Unasur, que «tanta falta» hace.
Según Evo Morales, cuando estaba Unasur, Suramérica no necesitaba la Organización de Estados Americanos, ya que siempre que se presentaron algunos problemas internos se resolvían en la reunión de presidentes.
«Tenemos tantos recuerdos de Unasur. Por eso otra vez es posible pensar volver a tiempos de Hugo Chávez, de Néstor Kicrhner y de Lula», concluyó. EFE