Hoy más que nunca los aficionados al deporte hablan y comentan de ciclismo, cada quien desde su óptica o experiencia. Por las redes sociales incluso se narra los tramos más emocionantes… el tiempo dirá si verdaderamente se incrementó el interés por un deporte tan descuidado en sus bases o fue, como ya ha pasado en anteriores ocasiones, simple novelería.
Para Ramiro Pozo, entrenador de la Federación Deportiva del Azuay, el ciclismo volvió a renacer desde que Richard Carapaz ganó el Giro de Italia en 2019. Las buenas presentaciones de los tricolores en las Grandes Vueltas y en otras carreras como la de Guatemala ha motivado a deportistas, padres de familia, dirigentes y empresa privada a querer sacar adelante el ciclismo azuayo.
Con ese renovado espíritu tienen planificado conformar un equipo para competir en diferentes carreras nacionales incluida la Vuelta Ciclística al Ecuador 2021. Por Zoom se han convencido que si se puede obtener triunfos dentro y fuera del país “todo es cuestión de entrenamiento, dedicación y sacrificio”.
En medio de ese entusiasmo, Pozo considera que aún falta un mejor complemento entre los sistemas educativo y deportivo. En las categorías sub-23 y élite por más ganas que tengan los ciclistas “muchas veces el estudio no les permite hacer un entrenamiento real”.
Escuela de formación
Otro aspecto que se tiende a descuidar es la formación. En la Escuela de Ciclismo del Azuay se han mantenido entrenado alrededor de 12 deportistas. Algunos dejaron de hacerlo al no tener la posibilidad de comprar un rodillo, única forma de entrenar de manera virtual. “Inclusive ellos no tienen bicicletas personales”.
La Federación apenas tiene para prestar cinco bicicletas de aprendizaje que por motivos de la pandemia están embodegadas en el Velódromo de Totoracocha. En las Grandes Vueltas los competidores utilizan bicicletas que bordean los 10.000 dólares.
“Necesitamos el apoyo de la empresa privada, definitivamente”, dice Pozo quien espera que, con la ley del incentivo tributario, las empresas -al menos las que están ligadas a la venta de bicicletas- apoyen a deportistas, programas o proyectos. A cambio podrán deducir el 100 % adicional del valor invertido en el impuesto a la renta.
El deporte formativo en el área de ciclismo azuayo retomará los entrenamientos presenciales desde el miércoles cuatro de noviembre una vez que fue aprobado el protocolo de bioseguridad. Los entrenamientos serán sólo en pista, en el Velódromo, con aquellos deportistas que tengan la autorización firmada por los padres de familia. (BST)-(D)
90 % de ciclistas son de escasos recursos
Omar Chamorro es presidente del Club de Alto Rendimiento Richard Carapaz. Asegura que lo que está consiguiendo “esta buena promoción de ciclistas que ha dado Carchi y Sucumbíos”, debe motivar a entidades públicas y privadas a apoyar a las bases para tener más corredores profesionales en competencias de primer nivel.
Para fortalecer las formativas, que garanticen un buen recambio, considera que se debe propender a que en cada provincia haya dos a tres clubes de alto rendimiento; a que los niños y jóvenes cuenten con todos los implementos y un entrenador de alto nivel; y que haya un calendario fijo de competencias en categorías infantiles y juveniles tanto de pista como de ruta.
“Ellos van tomando ritmo de competencia y experiencia a través de las carreras… Hasta ahora no se ha definido ni siquiera la Vuelta a la Juventud que es la forma de ir incentivando a la práctica del deporte y también promocionando a estas nuevas figuras”.
Con ese fin tomó la iniciativa de organizar la IV Clásica Ciclística Richard Carapaz, el 14 y 15 de noviembre, en las categorías Principiantes A (7-8 años), Principiantes B (9-10 años), Preinfantil (11-12 años) e Infantil (13-14 años) con circuitos entre los tres y 20 km.
Chamorro recalca que el 90 % de los ciclistas provienen de hogares de escasos recursos y ven en el deporte una forma de apoyar a su familia. Pero en el proceso hacia el profesionalismo, los padres son los sacrificados en la parte económica.
En las categorías Prejuvenil y Juvenil, que se proyectan a la Élite, el directivo estima que se invierte por deportista alrededor de 3.000 dólares para una bicicleta específica de ruta y 500 dólares mensuales para atender otros rubros como uniformes, repuestos, alimentación, etc.
Carapaz no fue la excepción. Hoy está entre los 10 ciclistas profesionales mejor pagados del mundo, según brujulabike.com. El sueldo de la “Locomotora de Carchi” bordearía los 2,1 millones de euros anuales.
El Club de Alto Rendimiento Richard Carapaz trabaja con 24 deportistas, entre infantiles y juveniles. Chamorro confiesa que les ha llegado algunas solicitudes para ser parte del club, pero en este momento la intención de “Richie” es apoyar a deportistas de su tierra natal: la comunidad de La Playa. (BST)-(D)
El ciclismo, una vitrina para el país
Para Omar Chamorro, el marketing de las empresas debería ampliar su campo de acción. Está convencido que, con buenas actuaciones en las Grandes Vueltas, el Ecuador tiene más alcance internacional que con el fútbol.
“El ciclismo en este momento es una vitrina para el país, para los sponsors, para las marcas deportivas… por eso los medios de comunicación también tienen que poner su mirada en este deporte. Ojalá, así como hay transmisiones permanentes de fútbol…, también podamos tener transmisiones de este tipo de eventos”.
Se estima, por ejemplo, que el Tour de Francia converge a espectadores de 180 países. Según The Hustle, tiene ingresos entre 60 y 150 millones de dólares anuales. El 55 % proviene de derechos televisivos; el 40 %, de anuncios y/o patrocinadores; y el 5 % del canon que pagan las ciudades para acoger la prueba. El Giro de Italia y la Vuelta a España van por la misma línea. (BST)-(D)
Un Bike Park para una práctica segura
“Creo que el ciclismo en el Ecuador y en Cuenca está en auge increíble”, pero su práctica debe ser de manera ordenada y responsable, dice Ana Isabel Idrovo de Mujeres Ciclo Ayuda, una fundación sin fines de lucro que trata de generar un cambio positivo en la cultura y medioambiente.
Tanta ha sido la proliferación de ciclistas en algunos sectores que sus autoridades y habitantes ya no les permiten su ingreso, como en Minas de Sayausí. Idrovo indica que se debe capacitar a los nuevos ciclistas para no ensuciar las montañas, respetar a los animales y saludar a sus habitantes.
“La gente está saliendo mucho a la montaña y no está acostumbrada al cuidado que tenemos los ciclistas que ya llevamos años en este deporte”, precisa Idrovo y añade que dentro del proyecto de construcción de espacios seguros para ciclistas gestionan un convenio con la EMAC para la construcción de un Bike Park.
“Queremos que nos ayuden con la entrega del terreno de Ictocruz que es un parque de ciclismo, pero no está adecuado para ciclistas, está como abandonado… Apenas den luz verde empezaremos a construir el Bike Park con fondos propios y con fondos recaudados de los ciclistas… No queremos construir, gastar y que luego nos digan que como es un terreno municipal va a ser destinado para otras actividades”. (BST)-(D)
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