El animero Michell Lara reza ante la tumba de su abuelo en la madrugada de hoy, en la localidad de Cujibíes, un pequeño poblado del centro de los Andes de Ecuador.
Lara se viste como en la tradición, con una túnica blanca con capucha, un cordón para ceñirla, un gran crucifijo, una campanilla de bronce, una calavera y un rosario para recorrer las calles de la pequeña localidad.
Además de pedir oraciones para las ánimas, el animero desafía la pandemia que amenaza con ahogar esta y muchas tradiciones del sincretismo entre la fe católica y la cosmovisión andina. EFE