Aislamiento “contaminante”

Es evidente que el aislamiento impuesto por la pandemia ha tenido efectos negativos tanto en lo económico como en lo social, pero ha habido unos pocos ganadores, uno de ellos el entorno físico ya que por la fuerza ha disminuido la agresiva contaminación que los seres humanos, al ritmo de las exigencias de la avanzada economía y las exigencias de los procesos productivos habitualmente hacemos al ambiente que no tiene dueños y es parte del patrimonio de la humanidad en un sentido real. En este sentido, los datos son algo alentadores. Estas “vacaciones” forzadas” han afectado negativamente a todos, al margen del peligro de ser víctimas del COVID -19, pero el planeta ha disfrutado de este receso.

La incertidumbre de esta situación no nos posibilita hablar de una fecha aproximada del retorno a la vida que denominamos normal, pero, así como de los infortunios podemos aprender algo positivo, esperamos que permanezcan algunas pautas de conducta en el futuro. Quizás con un exceso de optimismo, esperamos que de alguna manera se mantenga algunos hábitos para que la vida de nuestro planeta tenga una pausa en su afectación negativa, ya que la sistemática contaminación es una forma de pandemia de la cual no hay conciencia suficiente para cambiar nuestra conducta. Fácil es de labios para afuera manifestar indignación por esta agresión, pero las palabras, por si solas, de nada sirven para controlarla.

En la producción industrial se están dando algunos cambios positivos como la fabricación de vehículos eléctricos, pero no podemos anticipar cuando se generalizará su uso ya que las experiencias aisladas, de manera inmediata poco aportan. Es necesario que se den cambios en determinados hábitos. Dicen algunos que si personalmente los adoptan su contribución a la salud del planeta es mínima; si las multiplicamos por millones la situación varía. Se ha dicho muchas veces que los inmensos mares están integrados por mínimas gotas. Hay que soñar que los habitantes de la tierra podemos formar un océano anticontaminante.