El Gobierno de Ecuador espera iniciar las negociaciones para un acuerdo comercial amplio con Estados Unidos antes de que se produzca el cambio de inquilino en la Casa Blanca, y poder dejar encarrilado el proceso para el próximo Gobierno de Quito.
Para ello, el titular ecuatoriano de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca, Iván Ontaneda, tiene previsto participar este martes en la III Reunión del Consejo de Comercio e Inversiones con Estados Unidos cuando, según indicó, «la relación está en su mejor momento».
«Haremos una declaración conjunta los Gobiernos para poder decirle a nuestros países que estamos arrancando ya una negociación en torno a un acuerdo comercial entre Ecuador y Estados Unidos», manifestó Ontaneda en una entrevista con Efe.
NEGOCIACIONES EN CIERNES
La agenda bilateral entre los dos países, valoró, responde a un trabajo iniciado hace dos años y que en la actualidad está cosechando sus frutos, relación que «sobrepasa la parte económica, comercial, política».
Ante el inminente cambio de administración en Washington, Ontaneda subrayó que el acercamiento entre los dos países y sus intenciones de sellarlo con un acuerdo amplio de mutuo beneficio se enmarca en una política de Estado.
«Nuestro objetivo es dejar encaminada una hoja de ruta, la fase uno (de la negociación), que permita al siguiente Gobierno» seguir trabajando, y recalcó que «del lado ecuatoriano sobrepasa una visión particular de un Gobierno o una línea política».
El acercamiento en el terreno comercial entre los dos países se ha visto ejemplificado con el reciente acuerdo para que las rosas ecuatorianas pueden entrar desde este mes sin aranceles al mercado estadounidense.
Los dos países se encuentran en vísperas de importantes cambios políticos, puesto que desde enero y, si nada lo impide, habrá un nuevo presidente en EE.UU., y en febrero Ecuador celebra unas elecciones en las que Lenín Moreno no tiene sucesor y que se disputarán el correísmo (Socialismo del siglo XXI) y partidos de tinte neoliberal, o indigenista.
Ante el incierto panorama para la negociación del acuerdo comercial en ciernes, Ontaneda vaticina que «Estados Unidos continuará en la agenda consolidando una buena relación con este bloque que hoy representamos los países latinoamericanos».
Moreno, que ha felicitado al presidente electo de EE.UU., Joe Biden, ha mantenido una buena sintonía con el actual presidente, Donald Trump, y prueba de ello fue la visita de Estado que celebró en febrero a la Casa Blanca, la primera en 17 años.
«Ecuador, por la buena relación que hemos venido manejando, está sobre la palestra y nos ha puesto en esta posición política que tanto el presidente Trump en su momento y el presidente Moreno lo manifestaron, es la de buscar esta sinergia que nos lleve a este fin común para Ecuador y Estados Unidos», recalcó Ontaneda.
¿QUÉ SE ESPERA DE UN ACUERDO CON EE.UU.?
Ecuador aspira a incrementar el número de productos que ingresan actualmente al mercado estadounidense con algún tipo de preferencias arancelarias, y que no haya necesidad de renovar constantemente la inclusión del país dentro del sistema preferencial arancelario, lo que daría mayor estabilidad tanto a los productores como a la sostenibilidad de la dolarización.
«Lo que estamos buscando es que ingresen nuestros 350 productos y otros adicionales que el Ecuador exporta y que ni siquiera se encuentran hoy dentro de esa canasta de preferencias arancelarias y que son tan necesarios», puntualizó el ministro.
En ese sentido, las opciones son las de obtener «certezas, certidumbre y mejores oportunidades con un mercado que compra el 28 % de las exportaciones no petroleras».
Matizó que pese a ser el principal socio comercial del país, las economías de ambos son «bastante complementarias», con una balanza favorable a Ecuador.
Entre enero y agosto de 2020, con pandemia incluida, Ecuador aumentó un 24 % sus exportaciones al territorio estadounidense con respecto al mismo lapso de 2019, alcanzando la cifra de 2.300 millones de dólares.
«Tenemos análisis hechos por instituciones como la (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) Cepal donde se evidencia que un acuerdo comercial con EE.UU. lograría que el comercio desde Ecuador a Estados Unidos se incremente al menos un 18 % adicional a las exportaciones no petroleras», enfatizó.
Quito pretende además con el acuerdo una subida de las inversiones norteamericanas en el país, lo que conllevaría fuentes de empleo y, en paralelo, un marco para garantizar las remesas que dos millones de emigrantes ecuatorianos en Estados Unidos envían a la nación andina.
Ontaneda recordó que cerca del 85 % de la industria en el país se encuentra en funcionamiento pese a la covid-19 y que Ecuador «ve la luz al final del túnel», con aspiraciones de un crecimiento proyectado para 2021 en torno al 5 %. EFE