Corrupción en hospitales del IESS

Inhumano. Protervo. Repugnante. Sobran los calificativos para referirse a quienes, despreciando la salud de los afiliados, medran de los hospitales del IESS.

Cientos de miles de trabajadores y empleados aportan mes a mes para tener una jubilación digna y ser atendidos como se merecen cuando se enferman. Sobre todo, esto último.

Pero comprobar, como lo informa el presidente del Directorio del IESS, Jorge Wated, que en los últimos 13 años se dejó caducar 3.804 medicamentos, ocasionando pérdidas por USD 5´574.606, indigna. Es difícil para el entendimiento humano procesar semejante barbaridad.

Entre esos medicamentos constan los antirretrovirales, tan necesarios para el tratamiento de personas con VIH. Eso ha sucedido en los hospitales del IESS de Cuenca, Quito, Riobamba, Esmeraldas, Zamora, Sangolquí, Manta, Babahoyo y Tena.

El caso más rancio está en el “Carlos Andrade Marín”, en Quito, cuyo director, según denunció, ha sido amenazado, posiblemente por mafias enquistadas en este hospital y, a lo mejor, también entre los proveedores.

En el caso del de Cuenca, un informe final de Contraloría da cuenta que se dejó caducar insumos y dispositivos médicos por USD 75.937.

Además, durante la inspección a las sub bodegas del hospital no se presentaron 61.076 unidades de insumos y dispositivos médicos por USD 264.207. Menos o más que aquél, pero igual de rancio.

Dicho informe es un alcance al presentado en julio de 2019, cuando ya se detectaron tales irregularidades. El gerente del hospital de esa época, declaró que se hallaron insumos médicos hasta en los tumbados de esta casa de salud. Pero, ¿se descubrió a quienes los “escondieron”?

Tan aberrantes casos, según Wated, ocurren porque en cada hospital del IESS se maneja la compra de medicamentos de manera antitécnica y en exceso.

Propone unificar las adquisiciones. Ojalá no se caiga en el centralismo.

Los afiliados exigen que los responsables del latrocinio y negligencia sean castigados. El IESS es de los que aportan. Tienen derecho de pedir cuentas.