La baja considerable en los caudales de los ríos Jubones y San Francisco ha provocado una reducción en la producción de electricidad en la central hidroeléctrica Minas-San Francisco, que está en las provincias de Azuay y El Oro.
Esta disminución en la generación eléctrica está considerada en la planificación del sistema eléctrico del país debido a la temporada de estiaje, que este año inició en julio y se prevé que se extienda hasta diciembre o mediados de enero de 2021.
Iván Hidrobo Montoya, gerente de la Unidad de Negocio HIDROPAUTE, organismo a cargo de esta central eléctrica, confirmó que esta época de sequía es normal en la zona austral.
“Estamos controlando los volúmenes de agua que tenemos almacenados en el embalse… Siempre tenemos que pensar que hacia aguas abajo existen requerimientos de agua para el sector agrícola, para riego,…”, señaló.
Indicó que Minas-San Francisco necesita un promedio de agua de 21 metros cúbicos por segundo (m³/s) para su operación. Sino se dispone de esta cantidad opera solo con una o dos, de las tres turbinas que tiene esta hidroeléctrica.
Normalmente la producción de esta central es de aproximadamente 5.000 megavatios por hora (MWh) en condiciones normales, pero, por ejemplo, el último martes generó 304 MWh.
De acuerdo con los cálculos que se hicieron para Minas-San Francisco el caudal ecológico del Jubones y del San Francisco es de ocho m³/s, pero actualmente está en los siete.
Hidrobo explicó que Minas-San Francisco en su plan de operación tiene establecido dos procedimientos para la limpieza de sedimentos que llegan a la represa, y se lo hace normalmente en marzo y abril.
El embalse tiene una capacidad de almacenamiento de agua de unos 10.000.000 de m³, y actualmente por la reducción de los caudales la cota está en 793, es decir unos nueve metros (m) abajo.
Walter Manzano, ingeniero ambiental e investigador en hidrología, señaló que lo más probable es que a partir de febrero retornen las lluvias en la zona costanera pues así es el régimen hidrológico en el área donde está esta central.
“Estamos en una época de sequía marcada desde hace algunos años en la vertiente del océano Pacífico, y por eso vemos que los caudales de los ríos bajan considerablemente…”, detalló.
Para Manzano instalaciones como San Francisco, que usan el agua para producir energía eléctrica, sirven incluso para ayudar a mantener el caudal ecológico en los ríos.
Asimismo en temporada de lluvias son una alternativa para regular las correntadas y evitar que estas provoquen desbordamientos e inundaciones en las zonas bajas. (CSM)-(I)
BAJOS CAUDALES
La Red Hidrometereológica de la Empresa de Telecomunicaciones, Agua Potable y Alcantarillado (ETAPA EP) reportó ayer una baja en los caudales de los cuatro principales ríos en Cuenca.
El Tomebamba estuvo en 0,37 metros cúbicos por segundo (m³/s); el Yanuncay y el Tarqui en 0,40, mientras que el Machángara en 4,70. Sin embargo, todos se mantienen aún en condiciones normales.
El caudal promedio del primero de estos afluentes está entre 8 y 10, mientras que el del Yanuncay y Tarqui está en cuatro y tres, respectivamente. En tanto que el del Machángara es de cuatro y cinco.
Durante este mes ETAPA EP ha registrado un incremento de hasta un 25% en el consumo de agua potable, especialmente, en algunas parroquias rurales, donde se utiliza para regadío.