Los articulistas debemos estar en la línea de fuego en que surgen las noticias. Jugarnos la vida. Listos para aprehenderlas. Mantener la atención en permanente estado de alerta; vigilante la mirada, y, más todavía, la perspicacia: padre y madre de la excelencia informativa. Proceder a su clasificación y análisis con total independencia crítica, de manera que lleguen al lector sin prejuicios, desleales claroscuros, ni inducción alguna. En suma, meternos –coloquialmente hablando-, de lleno en el avispero. Si salimos “picados”, será por falta de experiencia, porque las avispas están en contra de las noticias, o porque de tanto vernos, nos cogieron un típico cariño pastuso.
Pero a veces hay noticias que producen más de una sonrisa. En esa línea estaría la reciente declaración del Economista Mauricio Pozo, Ministro de Economía; todo él, repleto de sí, que por donde se lo mire se nota que no economiza nada, y está bien, muy bien que así sea, pues un ministro de ese rango o pelaje –término sinónimo- tiene que ser fornido y espeso –otro sinónimo- y sobre todo tiene que ser solidario con la economía que pregona y predicar con el ejemplo. Bueno, y qué declaró: pues “que nuestra economía no decrecería en el 11 % como lo previsto, sino sólo en el 9 %” -regio no- y agregó que: Ese 2 % de crecimiento no es poquito, es mucho…”. Es decir, como si él o una persona de su robustez, bajara un 2 % de su peso. O Algo así. Esto es, mucho. Muchísimo.
Y concluyó diciendo: “Esto no quiere decir que estemos bien, lo que les digo es que poco a poco la economía está sacando la cabeza”, es decir que la economía tiene cabeza; y como su representante es el Ministro, esa es, ¡qué duda cabe! la cabeza que está saliendo, la que, a diferencia de nuestras finanzas, es oronda, corpulenta, bien comida, como se dice por ahí. En una palabra: ministerial. (O)