El candidato presidencial del correismo no mismo ha podido explicar un artículo de su autoría publicado hace varios meses y en el cual propone o defiende eliminar la dolarización. Para tal fin, el “emparamado” candidato ha creado una inédita clasificación, según la cual, habría dos tipos de procesos de “desdolarización”, uno “bueno” y otro “malo”, y a continuación explica que el proceso de desdolarización “bueno” es el que podría aplicarse en nuestro país y finalmente detalla los pasos que se deberían adoptar con tal objeto. El artículo a que hacemos referencia ha sido redactado antes de que Arauz sueñe siquiera con que su líder prófugo le designe candidato presidencial.
¿Algún ecuatoriano escucho a Correa en su primera campaña presidencial proponer que, a través de la nueva constitución se iba a disponer el control absoluto de todos los entes de control por parte del ejecutivo y la reelección presidencial inmediata por una sola vez?, nadie, ¿no es verdad? Ahora que se han desnudado las intenciones del “emparamado” por eliminar la dolarización y por tal motivo han bajado las intenciones de voto a su favor, han salido desesperados a gritar a voz en cuello que no, que en su gobierno el dólar va a estar más seguro que nunca, que incluso van a construir un monumento al dólar para instalarlo en las mismísimas azoteas del Banco Central, ¿quién les cree ahora a estos pelafustanes que nos han mentido y engañado millón veces?
De fuentes bien informadas se sabe que, en caso de acceder al poder, el correismo implementaría enseguida las medidas para eliminar el dólar como moneda oficial y retornar a una moneda nacional que se denominaría “Rafaelito”, ¡no sé por qué! Ya se habrían adelantado contactos con España e Italia para que estos países también se sumen a semejante iniciativa, en el primer caso en honor al cantante Raphael y en el segundo por Rafaello de Urbino, pintor y arquitecto renacentista. No van a creer, pero hasta la empresa Odebrecht, habría hecho saber su beneplácito, pues el bisabuelo de los dueños actuales se había llamado Rafaelinho Odebrecht. ¡Con el correismo en el poder, todo es posible! (O)
