Separarse de su familia había sido difícil. Atrás quedaba la ciudad, sus amigos y su historia juvenil. Mientras que, delante estaba Yachay Tech, la universidad que le traería un sinfín de situaciones nuevas, entre ellas, convertirse en una investigadora. Carolina Serrano fue admitida en Yachay para estudiar biomedicina.
En la época del colegio ya tenía una afinidad por la medicina y la ingeniería. Y tras buscar una carrera que se acoplara a sus intenciones encontró en Yachay lo que buscaba. Fue difícil convencer a sus padres que la dejaran estudiar fuera de Cuenca. Pero cuando aceptaron, todos empezaron a hacerse la idea de que Carolina tenía que salir de la ciudad para cumplir con sus objetivos.
Fue así como empezó una carrera llena de alegrías y tropiezos, de logros y fracasos. Carolina Serrano tiene 23 años. Tras su carrera de estudio se convirtió en biomédica y ahora se encuentra en Italia, estudiando una maestría en Dermatología Cosmetología Traslacional. Para ello se ganó una beca Erasmus Mundus.
En los primeros días de diciembre -de este año atípico por la emergencia sanitaria- su nombre ha resonado en las redes sociales porque el MIT Technology Review la colocó en su lista anual de “Innovadores menores de 35 Latinoamérica 2020 de MIT en español”. ¿Qué hizo la joven cuencana para estar dentro de la lista de innovadores sudamericanos?
En el 2017, mientras estudiaba en Yachay, creó la empresa emergente GelWear para elaborar pañales desechables que sean amigables con el medio ambiente. En el proyecto participaron su hermana Daniela Serrano, quien estudia Nanotecnología en Yachay; David Clavijo, biomédico; y Vicky Suárez, estudiante de biomedicina.
La iniciativa surgió porque en Yachay se organizó el Hult Prize, un concurso de emprendimientos. Los jóvenes investigadores, a través de varios prototipos, elaboraron un pañal compuesto de hidrogel realizado con bagazo de caña.
Su trabajo fue escogido como el mejor proyecto en el 2019, por lo que entró a formar parte del Hult Prize regional. Es este certamen también ganaron. Con ello, los jóvenes entraron en el Hult Prize mundial. En el concurso global están solo treinta proyectos. El ganador del certamen recibirá un millón de dólares para desarrollar los productos finales.
“Lo que nosotros buscamos es traer ese dinero e invertir en Ecuador. Queremos establecer una industria de pañales que sean ecoamigables para el país”, dijo Carolina a este Diario. Por ese proyecto, en noviembre, el MIT Technology Review nombró a Carolina como innovadora del 2020.
Sin apoyo
Estar en la lista del MIT Technology Review es un honor para Carolina. Sin embargo, no ha sido nada fácil. En varias ocasiones estuvo por cerrar GelWear porque no obtuvo el apoyo necesario dentro del país. “Tuve muchas caídas a lo largo de mi carrera. Había gente que nos juzgaba como equipo. Cuando uno iba a golpear puertas nos decían que éramos muy jóvenes. Una vez me dijeron que yo era la secretaria del jefe. No creían que yo podía crear algo”, dijo Carolina.
A pesar de los estereotipos, la joven investigadora continuó con sus compañeros y ahora están a la espera de poder presentar los pañales ecológicos y ganar el dinero que los ayude a establecer una industria que no existe en Ecuador. (AWM)-(I)