Por: Nicanor Merchán Luco
El gobernador de la provincia José Jaramillo, recibió una comunicación de alerta sobre la presencia de mineros artesanales en Río Blanco, ubicado a hora y media del cantón Cuenca; pues así fue, Carlos Gutama de la parroquia de Molleturo confirmó que desde marzo que comenzó la emergencia sanitaria hay presencia de desconocidos que entran a esa zona. El proyecto Río Blanco fue concesionado a la empresa china Junefield Ecuagoldmining South America, la que desde agosto de 2016 comenzó la explotación de oro y plata, pero tuvo que suspender sus operaciones en junio de 2018 por una orden judicial, en octubre de 2019 fue obligada a salir, sus campamentos fueron incendiados y destruidos.
De acuerdo a las declaraciones de Carlos Morales, presidente de la junta parroquial de Molleturo hay personas que sacan de la superficie material mineralizado sin ningún tipo de autorización, lo que fue puesto en conocimiento de la Fiscalía del Azuay para que se investigue la presencia de estos desconocidos que roban la tierra con minerales que quedaron abandonados en la superficie, y que los están llevando a procesar en otros lugares.
Por su parte otro grupo de moradores de Molleturo dicen defender el lugar contra todo tipo de minería. En torno al problema minero en Molleturo se han formado varios grupos por lo que el gobernador conjuntamente con la Agencia de Regulación de Control Minero ARCON y el Ministerio de Ambiente y Agua MAA, efectuaron una inspección policial en toda la zona de Río Blanco para comprobar las denuncias. Para el futuro la solución es la propuesta de la Cámara de la Minería del Azuay, cuyo presidente Patricio Vargas solicitó al gobernador y a la policía nacional que retomen el control en Río Blanco. Nadie más que la policía y el ejército deben controlar esa zona. (O)