Por: Juan F. Castanier Muñoz
-El Departamento de Justicia de los EE.UU., investigando irregularidades de una empresa de origen holandés, ha descubierto que esta empresa habría sobornado a varios funcionarios de gobiernos latinoamericanos, entre ellos Ecuador, ¡cuando no!, para obtener contratos en el área energética. Inicialmente se habla de dos millones de dólares en coimas y las “transacciones” se habrían realizado entre 2015 y 2020, lo que significa que los coletazos de la década bailada aún siguen causando destrozos en la economía y en la moral de los ecuatorianos, hasta este año inclusive. La pregunta del millón, ¿por qué necesitamos que la administración de justicia de países extranjeros “nos den descubriendo” los latrocinios que se dan aquí, en nuestro país y en nuestras propias narices?
-Lo de las elecciones en Venezuela, ¡un completo fiasco! Más de 50 países no reconocen los resultados. Y claro, como van a reconocerlos si todas las autoridades y la estructura electoral responden a órdenes del gorilón caribeño y de su séquito corrupto y “entontecido” por el poder. Que tan chimbas y amañadas serán las elecciones venezolanas que, como aval de las mismas, se traen a un prófugo de la justicia ecuatoriana, residente en Bélgica, para que dé diciendo que el proceso eleccionario ha sido un éxito y que el pueblo venezolano esta alegre (¡!), mientras cerca de 3 millones de venezolanos piden caridad en las calles de Colombia, Perú y Ecuador. Debe ser la “caretucada” de la semana.
-Los escarceos preelectorales ecuatorianos no tienen nada que envidiar a las pretemporadas futbolísticas: compra y venta de jugadores, falsificación de cédulas, inscripciones malolientes, nuevas camisetas y, ¡la novedad!, adquisición de equipos completos, con jugadores y todo. Que lo diga sino el partido Centro Democrático cuyos “derechos” han sido “adquiridos” por el correismo, o, el partido Justicia Social, cuyos derechos pertenecen ahora al grupo empresarial Noboa. Si quiere usted participar en las próximas elecciones y no tiene un partido auspiciante, no se preocupe, aún quedan agrupaciones libres en el enigmático mercado electoral. (O)