Alejandra C. tiene 4 hijos, 3 de ellos en edad escolar, 1 en el colegio y 2 en la escuela. Le preocupa el futuro regreso a las aulas pues ha cuidado a sus niños desde el inicio de la pandemia y no desea que regresen, por miedo al contagio.
“Nos hicieron llenar un censo para saber si queremos que nuestros hijos regresen a clases, yo puse que no, no estoy dispuesta a enviarlos a que se contagien en la escuela” afirma.
De momento el Ministerio de Educación espera que 12.500 planteles educativos del país entreguen protocolos para el regreso de los docentes desde enero y no hay fecha para un retorno de los alumnos a las aulas, aunque según expertos en epidemiología como Andrea Gómez, es necesario empezar a pensar en esta posibilidad.
Riesgos
El médico, investigador y también docente, Bernardo Vega, aclara que el riesgo de afectaciones de la COVID en los niños y adolescentes es bajo según la estadística a nivel mundial, “en algunos casos no solo que no hay síntomas sino que ni siquiera hay transmisión del virus” afirma.
Gómez, por su parte, sostiene que si bien los estudios señalan que el nivel de contagio en los niños es bajo y las complicaciones prácticamente nulas, esto puede deberse a que se han mantenido en el hogar y el aislamiento los hace menos vulnerables al virus.
Si bien difieren en este punto, ambos expertos coinciden en que es necesario un debate urgente sobre el regreso a clases de los niños, por factores que van más allá de la posibilidad de contagio.
Aducen que el nivel de deserción escolar y la reducción en la calidad de la educación son alarmantes, a lo que se suman los casos de violencia y maltrato infantil a los que los niños son sometidos en el hogar.
También les preocupa la salud mental de los niños, puesto que su encierro y poco contacto social, sumado al estrés de la familia e incluso maltrato físico y psicológico, pueden afectar el desarrollo de los estudiantes.
Gómez añade que, además, está en juego el desarrollo motriz y social del niño, que se ve limitado al poco ejercicio en casa y al aislamiento de personas de su edad con quienes compartir.
Tanto Gómez como Vega coinciden en que el regreso a clases es necesario, pero debe hacerse “con pinzas”.
Vega indica que deben limitarse los aforos de las aulas, “estamos acostumbrados a ver aulas de entre 35 y 50 alumnos, esto no puede seguir pasando, además se necesita protocolos para la desinfección de manos, uso de la mascarilla, distanciamiento social y testeo de docentes”, dice.
Gómez sostiene que también es necesario un cambio cultural, “en países de Asia ha primado la disciplina entre los estudiantes, acá no sabemos si los chicos se quitarán la mascarilla, la intercambiarán o cumplirán los protocolos, se debe trabajar en ese aspecto” opina la experta.
Los expertos en salud sostienen que el país tiene tiempo para prepararse de forma eficaz para el regreso a clases.
Sugieren que el primer quimestre termine de manera virtual en la Sierra y desde el siguiente período se empiece a recibir a los alumnos bajo protocolos.
Clases pocos días a la semana, desinfección permanente de espacios, protocolos de bioseguridad y mantenimiento de la infraestructura educativa son entre otros los aspectos que recomiendan analizar antes del retorno de los estudiantes. (JMM) (I)