Varios factores intervienen en la autonomía de los órganos electorales. En Ecuador es una costumbre ponerlos en entredicho, dudar de la independencia de sus acciones y ejercer desprestigio sistemático sobre las personas que lo conforman.
La independencia del árbitro electoral depende de varios factores; ¿quién lo designa?, ¿a qué poderes responde?, ¿son representantes de varias organizaciones políticas o son técnicos especializados? La imparcialidad del organismo electoral garantiza confianza en sus decisiones cuando no pueden ser revisadas ni revocadas por otras instancias coaptadas por poderes políticos de turno o de la oposición.
La transparencia en el próximo proceso electoral es una condición necesaria de confianza en las instituciones democráticas. Los ciudadanos deben tener la plena seguridad de la integridad de las elecciones; sin embargo, la clase política no ayuda; es evidente que están preparando el escenario para gritar fraude si los resultados no les favorecen. (O)