Las reuniones familiares y sociales por Navidad y Fin de Año, así como la “quema del año viejo”, están permitidas por el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal, pero estas deben cumplirse bajo la ordenanza vigente para prevenir el COVID-19.
El director municipal de Gestión de Riesgos de la Municipalidad, Froilán Salinas, recordó que si bien no se impondrá un toque de queda y “no se puede tener un guardia ciudadano en cada casa”, sí hay normas que cumplir.
La ordenanza señala que se prohíbe la realización de todo tipo de espectáculos públicos masivos o eventos de concentración masiva, incluyendo agasajos navideños, pasadas, shows artísticos o mítines políticos.
Se prohíbe también cualquier actividad de concentración de personas en la vía pública y espacios públicos.
Las iglesias, tanto católicas como de otro tipo de culto, solo pueden funcionar con un aforo de hasta el 30 % de su capacidad
Los vehículos automotores particulares no podrán circular después de las 23:00, los restaurantes solo pueden abrir hasta las 24:00 con máximo el 50 % de su aforo y la venta de bebidas alcohólicas está prohibida fuera de estos establecimientos desde las 20:00.
Discotecas, bares y karaokes aún no tienen permiso para laborar.
Las medidas son las mismas que se vienen empleando desde septiembre de este año cuando se aprobó la ordenanza para la prevención del COVID-19 en Cuenca y no se analiza implementar otro tipo de disposiciones.
Salinas sostuvo que es necesaria la corresponsabilidad de la ciudadanía para evitar rebrotes, esto a través del distanciamiento social, el uso de la mascarilla y la desinfección permanente de las manos.
A este pedido se suma el coordinador zonal 6 de Salud, Julio Molina, quien recordó que el virus sigue presente en Cuenca y no se descarta un rebrote tras las fiestas de diciembre.
De acuerdo con la Coordinación Zonal 6 de Salud, hasta este fin de semana se registran unos 10.300 pacientes que han sido contagiados desde el inicio de la emergencia sanitaria, de los que cerca de 4.000 son pacientes activos de la COVID, por lo que el riesgo de contagio es aún latente en la ciudad. (I)