México se convirtió este jueves en el primer país latinoamericano en comenzar el proceso de vacunación. Tras recibir esta semana un primer cargamento de 3.000 dosis de Pfizer/BioNTech, con lo que el Gobierno espera adquirir nuevas dosis cada semana para vacunar a todo su personal médico en enero y comenzar a continuación con el resto de la población hasta concluir en 2022.
Pablo E Bonvehi, jefe de la sección de infectología y control de infecciones del Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas (Cemic) en Buenos Aires, Argentina, explicó a Efe que hasta ahora lo que se ha visto es la llegada de pocas dosis de vacunas en Latinoamérica y, probablemente, seguirá ocurriendo así.
“Eso está llevando a priorizar. Las primeras dosis se van a dirigir a personal de salud estratégico, a personas con más complicaciones y, después, a la población en general”, comentó.
Para Bonhevi, la vacunación en el mundo, y en especial en Latinoamérica, dependerá de la disponibilidad de las vacunas pues, por ejemplo, en México ya se han recibido las primeras dosis de Pfizer/BioNTech, mientras que en Argentina se estima que este jueves llegarán unas 300.000 dosis de la vacuna rusa Sputnik V.
En tanto otros países como Chile, Costa Rica, Brasil y Venezuela han firmado acuerdos con farmacéuticas para contar con las vacunas en cuanto estén disponibles, mientras que algunos países de la región todavía no tienen la vacuna asegurada.
PRUEBAS SEROLÓGICAS, UNA OPCIÓN
El creciente número de casos de la covid-19 en Latinoamérica, que suman ya más de 14,7 millones y ya es considerada la región del mundo más golpeada por la pandemia, junto al tamaño de la población, representan un reto enorme para la vacunación en cada país.
Debido a ello, la mayoría de las naciones está definiendo avanzar con estrategias de «vacunación en sucio, es decir, vacunar sin saber si la persona ya tiene o no anticuerpos», dijo Bonvehi.
Esto es poco eficiente, especialmente en el personal de salud que estuvo muy expuesto al virus a lo largo del año.
Y en un contexto de recursos limitados es algo que podría optimizarse con el uso de pruebas.
Del mismo modo, explicó el experto, las pruebas serológicas, que pueden detectar a los anticuerpos de la covid-19 en el organismo, pueden servir como un diagnóstico en retrospectiva, es decir, detectar a quien tuvo la enfermedad pero no pudo hacerse una prueba PCR o, bien, si se hizo la prueba y ésta resultó negativa.
Esto puede ser útil para hacer estudios de prevalencia, es decir, saber cuántas personas tuvieron la enfermedad.
«En Argentina, por ejemplo, nos han ayudado a saber que al menos un 7 % de la población de Buenos Aires ya padeció la enfermedad y, en barrios populares, la prevalencia es del 45 %», detalló.
Agregó que este tipo de datos también pueden marcar un camino para priorizar las zonas de vacunación en los países.
Pero además, estas pruebas pueden también ser útiles para detectar, tras la vacunación, cuánto tiempo una persona puede permanecer con esos anticuerpos.
«Tienen una infinidad de utilidades y hay que tratar de aprovecharlas», afirmó.
Estas ideas fueron plasmadas en un artículo publicado en Authorea, una plataforma online que fomenta el intercambio entre investigadores, en el que participaron además de Bonhevi, expertos de Costa Rica, Venezuela, Chile, Brasil y Ecuador.
FUTURO COMPLEJO
Para el especialista, los próximos meses serán especialmente complejos debido justamente al tema de la vacunación pero también por la detección de una nueva cepa de coronavirus en Reino Unido, la cual parece transmitirse con mayor facilidad.
«Eso nos va a generar más incertidumbre, aunque hasta ahora los desarrolladores de vacunas aseguran que la eficacia de las mismas no se verá afectada», dijo el especialista.
Del mismo modo, destacó que uno de los retos seguirá siendo la aprobación del uso de las pruebas serológicas, pues como «son pruebas nuevas» se requiere un mejor entrenamiento y mayor confianza en su uso.
Sin embargo, aceptó que el rol de los test serológicos irán tomando mayor importancia, pues ya se están incluyendo como herramientas de diagnóstico.
«Todavía nos falta camino por recorrer», aseveró.
Es por ello que, dijo, la población deberá estar consciente y tener claro que las medidas de higiene y distanciamiento social se deberán mantener, todavía, por mucho tiempo. EFE