Entre los cuatro ganadores del Premio Emprender Paz 2020 figura la Corporación Interactuar por la transformación que provocó con Avancemos Bajo Cauca, una alianza que suma las capacidades de cinco entidades para capacitar a empresarios y fomentar el emprendimiento.
«Este es un reconocimiento para los miles de microempresarios urbanos o rurales de Colombia porque se muestra con este premio que la microempresa es un agente de paz», dijo a Efe el director ejecutivo de Interactuar, Fabio Andrés Montoya.
El premio Emprender Paz, liderado por la Fundación Grupo Social con el apoyo de la Embajada de Suecia, la Fundación Konrad Adenauer Stiftung y la Fundación Ayuda en Acción, reconoce y visibiliza experiencias empresariales sostenibles que aportan a la construcción de paz con soluciones concretas para mejorar las condiciones de poblaciones afectadas por la violencia.
PASAR LA PÁGINA DE LA VIOLENCIA
Esta iniciativa -impulsada por la Agencia para el Desarrollo Internacional de EE.UU. (Usaid) junto a Mineros S.A., Fundación Mineros, Comfama e Interactuar- cuenta con una inversión de más de siete millones de dólares y tiene como objetivo apalancar durante cuatro años y medio el desarrollo rural y económico de Caucasia, Tarazá, Cáceres, El Bagre, Nechí y Zaragoza, municipios del departamento de Antioquia ubicados en la región del Bajo Cauca.
El directivo señaló que esa zona es «un territorio que ha tenido unas realidades muy complejas por cuenta de las economías ilícitas» y destacó que la labor de estas cinco instituciones ha contribuido a «pasar la página de tanta violencia para escribir una historia a través de la microempresa».
En 2020, este proyecto de paz que articula la cooperación internacional con la empresa privada benefició a más de 1.200 emprendedores, de los cuales el 52 % son mujeres y el 36 % son jóvenes.
Asimismo 340 agroempresarios apícolas y piscícolas y 95 empresas urbanas de la región recibieron formación técnica, desarrollaron habilidades empresariales y lograron mejores conexiones comerciales, avances que permitieron dar empleo formal a 500 personas y entregar 35 becas de formación laboral a jóvenes.
Para Montoya, los resultados reflejan el potencial de las alianzas y el aporte de la articulación interinstitucional, que permitieron estar entre las iniciativas ganadoras de la edición número 13 del Premio Emprender Paz.
EL CACAO RESCATÓ LOS SUEÑOS
Entre los galardonados también está la Asociación de Cacaocultores y Emprendedores Futuro Verde (Acefuver), fundada en 2013 por un grupo de campesinos de la región del Urabá para unir fuerzas y traer desarrollo a sus comunidades con el cultivo de cacao.
Esta iniciativa, que destacó por su modelo de economía más solidaria y por vincular a comunidades indígenas, afrodescendientes y desplazados, empezó con apenas 80 hectáreas de cacao y una producción de ocho toneladas, pero a través del trabajo colectivo hoy cuenta con 750 hectáreas de cacao establecidas.
«Recibir este galardón es muy importante para nosotros. No es un secreto que la región del Urabá ha sido maltratada durante años por muchas situaciones. Esto devuelve la confianza en esos sectores que han sido tan golpeados y vulnerados al ser un ejemplo de que es posible rescatar los sueños», expresó a Efe Víctor Manuel García, quien lidera Acefuver.
Manifestó que para la asociación, nacida en el municipio de Chigorodó y que actualmente integran 230 familias, ser distinguidos por su aporte a la paz «significa mucho», en especial por «el desarrollo colectivo, equitativo y de igualdad» que han logrado con un modelo que reforzó precisamente Interactuar con un proceso de capacitación.
«Los asociados están felices. A pesar de ser un año de dificultades, hay ganas de seguir adelante y de seguir creciendo», comentó García, quien también recibió en noviembre el premio Famiempresario Interactuar del Año 2020 en la categoría «Encadenamiento Empresarial» por Acefuver.
PREMIO A CONSTRUIR PAZ
También fue premiada en esta edición del Premio Emprender Paz la Asociación de Piscicultores de El Tarra (Asopistar), que en las entrañas de la convulsa región del Catatumbo, en el departamento de Norte de Santander, le permitió a los campesinos de la región organizarse para producir, procesar, conservar y comercializar cachama, bocachico, mojarra y tilapia roja.
Por último, la distribuidora de combustibles Terpel recibió un reconocimiento por «Restaurando Sueños», un programa de empleo, emprendimiento y acompañamiento para colombianos reincorporados, víctimas del conflicto armado y pospenados, a quienes da oportunidades laborales y asistencia en emprendimiento.
Este año 104 iniciativas se postularon al premio, todas ellas encaminadas a resolver problemáticas en territorios con desplazados, excombatientes, comunidades que han sustituido cultivos ilícitos, víctimas de minas antipersonal y personas en riesgo de reclutamiento forzado, entre otros. EFE