El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, criticó duramente este miércoles la despenalización del aborto en Argentina y aseguró que, si depende de él o de su Gobierno, el «aborto jamás será aprobado» en Brasil.
El líder de la ultraderecha brasileña expresó su «profundo» lamento por las «vidas de las niñas argentinas», las cuales, dijo, a partir de ahora estarán «sujetas a ser arrebatadas del vientre de sus madres con la anuencia del Estado».
«Lucharemos siempre para proteger la vida de los inocentes!», recalcó en sus redes sociales Bolsonaro, quien se encuentra de vacaciones en una playa del litoral de Sao Paulo.
También se pronunció en términos duros este miércoles el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Ernesto Araújo, quien afirmó que Argentina ha «legalizado la barbarie» al despenalizar el aborto.
«Brasil permanecerá en la vanguardia del derecho a la vida y en la defensa de los indefensos, sin importar cuántos países legalicen la barbarie del aborto indiscriminado, disfrazado de ‘salud reproductiva, ‘derechos sociales o como quiera que sea», declaró.
En la misma forma se pronunció, también a través de las redes sociales, el diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del jefe de Estado, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara baja y alineado en la dura ultraderecha que lidera su padre.
«En una sociedad en que el bebé, símbolo del mayor amor, pasa a ser despreciable, se lanza a la basura la esencia humana», escribió el segundo de los cuatro hijos varones del mandatario.
Según el diputado, que al igual que el presidente brasileño es un crítico pertinaz del presidente argentino, Alberto Fernández, quien impulsó el proyecto de ley del aborto, el hecho de «permitir asesinar bebés significa que el derecho al placer sexual está por encima de la vida».
En su mensaje, Eduardo Bolsonaro agregó que «ahora se podrá legalizar cualquier crimen, y sólo será preciso un motivo para justificarlo».
Según la Constitución brasileña, el aborto legal está garantizado en el país cuando el embarazo es consecuencia de una violación y también cuando la vida de la gestante corre riesgo o el feto presenta anencefalia. EFE