El presidente Lenín Moreno emitió el miércoles 30 de diciembre el veto parcial a la Ley de Movilidad Humana, aprobada por la Asamblea Nacional el pasado 3 de diciembre, en el que se incluyen 22 objeciones, pero se mantiene la posibilidad de deportación de los extranjeros y se hacen cambios en el tiempo de vigencia de los pasaportes.
El mandatario decidió mantener el artículo que establece que las personas extranjeras que sean “consideradas una amenaza o riesgo para la salud pública y del Estado”, podrán ser expulsadas del país y no podrán reingresar por un plazo de tres años.
Quienes hayan cometido un delito penal sancionado con una pena de prisión de tres a cinco años y que cuenten con una sentencia ejecutoriada, también podrán ser expulsados.
Además, se plantea que si un extranjero no ha regularizado su situación migratoria en el país en el término previsto por la ley será notificado para que obligatoriamente abandone el país en 30 días, si no lo hace, se iniciará en su contra un proceso de deportación.
Sin embargo, el primer mandatario eliminó de las causales de deportación a quienes hayan sido sentenciados por “alterar y poner en riesgo la tranquilidad y la paz ciudadana o alterar el orden público”.
Adicionalmente, el mandatario amplió el tiempo de vigencia de los pasaportes de 5 a 10 años, con esto, según Moreno, Ecuador se uniría la mayoría de los países que mantienen este tiempo de validez del documento.
Moreno también objetó la posibilidad de entregarle pasaporte diplomático al cónyuge o pareja en unión de hecho de los asambleístas, lo cual fue aprobado en el Legislativo, “pues no ejercen función o representación del Estado ecuatoriano”.
La Asamblea tendrá 30 días para analizar el veto, para ratificarse en lo inicialmente aprobado se necesitarán 90 votos en el pleno y para allanarse o aceptar los cambios del Ejecutivo deberán reunir 70 votos. (I)
