Mientras los gobiernos del mundo hablan de la urgencia de restaurar la naturaleza, en nuestro país se profundiza las agresiones al medio ambiente frente a la indolencia del Gobierno de Lenin Moreno y de los organismos de control; esto les convierte en cómplices y encubridores de graves e irreparables daños ambientales a la rica biodiversidad del país. Con la desvergüenza más grande y ante un CNE enredado, cuestionado y complicado en sus propias leguleyadas, las empresas mineras desarrollan intensas campañas publicitarias en redes sociales –aunque no estamos en campaña– y, además, bajo el formato de publirreportajes. ¿Será, entonces, suficiente “dejar en la conciencia ciudadana” –como afirma el Municipio de Cuenca– el voto en la consulta? El cuidado de las fuentes de agua no se agota en el resultado de la consulta, sin embargo, es urgente una campaña destinada a fortalecer nuestra cultura ambiental –informándonos y formándonos– para lograr no sólo un contundente triunfo del SÍ a la prohibición de la minería sino, además, el compromiso colectivo en el cuidado de las fuentes de agua como una ciudadanía activa y responsable, comprometida con la vida. (O)
