OPINIÓN | En el ámbito político el año 2021 será muy movido y complicado, pues, es un año que comenzará con las elecciones presidenciales y legislativas del 7 de febrero; continuará con una polarizada segunda vuelta en abril, para elegir entre dos finalistas al Presidente de la República; y, seguirá con la posesión del nuevo Gobierno y de la nueva Asamblea en mayo.
Todo esto ocurrirá en el marco de una agudizada crisis económica, social y ética que se vive en el país. Una crisis que, dependiendo como sea afrontada por el próximo Gobierno, podrá inhibir o desatar conflictos sociales y políticos a mediados de año.
En el plano económico la recesión, que ha hecho prever un decrecimiento de la economía en un 9%, y el déficit fiscal crónico que hasta el momento solo ha sido enfrentado con los paliativos del hiper endeudamiento del Estado, plantea la posibilidad de un ajuste económico por parte del nuevo Gobierno al inicio de su gestión.
Si dicho ajuste es duro, lo que se daría con seguridad si el nuevo Presidente es partidario de una política de corte neoliberal, los costos sociales que provocaría podrían llevar a protestas y nuevos conflictos sociales, los cuales, tratarían de ser sofocados con represión y, probablemente, con más bonos.
En el ámbito social, en correlación con la complicada situación económica se asistirá a una persistencia de los problemas del desempleo y subempleo; y, si el ajuste económico que se tome en mayo es el típicamente ortodoxo, podría darse un mayor deterioro del ingreso de algunas capas de la población, con una consiguiente pervivencia de las situaciones de pobreza y extrema pobreza. A esto podrían sumarse la permanencia de los problemas en temas de atención en salud, educación, vivienda, seguridad social, etc. que siguen aquejando a un amplio sector que conforma la sociedad nacional.
Que estas previsiones varíen o se muevan un poco en otra dirección, dependerá de la decisión política que tome la población en la próxima elección presidencial: una elección entre una propuesta de libre mercado y menos Estado o, una de más Estado y más regulación del mercado.
Mientras tanto, como un elemento positivo que podría traer el nuevo año calendario, estaría la superación paulatina de la pandemia gracias a la vacunación. (O)
