Clínicas privadas de Brasil negocian con India la compra de 5 millones de dosis de la vacuna contra la covid-19 desarrollada por la fabricante Bharat Biotech, informó este lunes la asociación que las representa en un comunicado.
Diversos representantes de la Asociación Brasileña de Clínicas de Vacunas (ABCVAC) viajan este lunes a la ciudad india de Hyderabad, en el sur del país, para negociar la importación de la vacuna una vez sea aprobada por el órgano regulador de Brasil (Anvisa).
El viaje se produce un día después de que el Controlador General de Fármacos de la India (DCGI) anunció este domingo la aprobación para «uso de emergencia» de la Covaxin, desarrollada por el laboratorio indio Bharat Biotech y el Consejo Indio de Investigación Médica (ICMR).
«Esa debe ser la primera vacuna (contra la covid-19) disponible para el mercado privado brasileño», afirmó Geraldo Barbosa, el presidente de ABCVAC, entidad que cuenta con 200 asociadas que representan al 70 % del mercado privado nacional.
De acuerdo con Barbosa, la entidad planea que la empresa ponga a disposición cinco millones de dosis para el mercado privado brasileño, las cuales podrían llegar a mediados de marzo, dependiendo de los trámites de aprobación de las agencias reguladoras.
No obstante, la Covaxin ha generado preocupación entre algunos especialistas debido a la precipitada aprobación de la vacuna antes incluso de la finalización de los ensayos clínicos o la ausencia de datos de su eficacia.
El Gobierno brasileño, por su parte, confía en comenzar a vacunar en el sistema público de salud entre el 20 y el 10 de febrero, aunque todo dependerá del registro de los medicamentos por parte de las farmacéuticas ante el órgano regulador, un hecho que no ha ocurrido hasta el momento.
Los especialistas atribuyen el retraso en el inicio de la vacunación a la falta de planificación y administración por parte del Gobierno del presidente Jair Bolsonaro, uno de los líderes más negacionistas sobre la gravedad de la pandemia y quien ha cuestionado en reiteradas ocasiones los posibles efectos colaterales de la vacunación.
El Gobierno dirigido por el líder de la ultraderecha brasileña ha apostado prácticamente todas sus fichas en la vacuna desarrollada por la Universidad de Oxford junto con el laboratorio AstraZeneca, la cual fue registrada la semana pasada en Reino Unido y Argentina pero aún está a la espera de ser aprobada en Brasil.
La Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), el mayor centro de investigación médica de América Latina, firmó un acuerdo con AstraZeneca y la Universidad de Oxford para la compra de más de 100 millones de dosis, de los cuales el primer millón podría ser entregado en las primeras semanas de febrero.
La Fundación también tiene licencia para producir en Brasil dicha vacuna y cuenta con una capacidad para fabricar quince millones mensuales de dosis.
Paralelamente, el Gobierno de Sao Paulo cerró un acuerdo con el laboratorio chino Sinovac para la compra de 46 millones de dosis, de las cuales cuarenta millones serán producidas y envasados en el país sudamericano por el instituto Butantan. EFE