Ecuador inició el 31 de diciembre una campaña electoral atípica para las elecciones generales del domingo 7 de febrero; no podrá realizarse de manera convencional. Se trata de una carrera por alcanzar el poder que sin duda está marcada por una coyuntura inédita en el mundo, la crisis sanitaria, la pandemia, el confinamiento, el distanciamiento social y demás condiciones de bioseguridad.
De la tarima a las redes, la primera queda descartada por el momento; pero las segundas no son suficientes para ganar. Las concentraciones masivas presenciales pasarán a las reuniones virtuales por medios telemáticos; sin embargo, quienes hemos estado vinculados al trabajo en territorio en todo el país, sabemos que los actores políticos deben recuperar el contacto directo con el electorado; no solo por la brecha digital, sino porque digan lo que digan el ciudadano siempre quiere ver, sentir y tocar al candidato, ellos van a votar por con quienes más se sientan identificados.
A los candidatos les tocan reinventarse; el uso de los medios masivos financiados con dinero público será importante para captar el voto. Las redes serán un puntal importante, no solo por el confinamiento, sino porque deberán captar el voto de los más jóvenes. El mensaje y el canal que usen será fundamental para llegar a sus votantes en esta campaña atípica. (O)