Ecuador cerró 2020 con un duro balance para la prensa en un año marcado por la pandemia, con 144 ataques a los medios, 24 fallecimientos de periodistas y el despido de más de 700 trabajadores de la comunicación, revela un informe este martes.
Elaborado por la Fundación Andina para la Observación de Medios, Fundamedios, el documento da a conocer los ataques contra la libertad de expresión, de prensa y el acceso a la información a lo largo de los doce meses anteriores.
El informe fue presentado este martes con motivo del Día del Periodista Ecuatoriano y resalta que la pandemia de la covid-19 ha supuesto nuevos desafíos para el ejercicio periodístico.
PERIODISTAS FALLECIDOS POR SU TRABAJO
«El impacto de la pandemia ha sido especialmente grave para los medios de comunicación y periodistas ecuatorianos, hemos tenido que lamentar la muerte de 24», indicó a Efe el director ejecutivo de Fundamedios, César Ricaurte.
Los profesionales de la información han vivido en primera línea la situación provocada por la pandemia, tanto en Guayaquil, que vivió los embates de la covid-19 entre marzo y abril, como en la sierra ecuatoriana «por razones de su trabajo», apunta el informe.
La pandemia también ha «precarizado aún más el trabajo periodístico» y provocado más de 700 despidos, incluidos 500 de trabajadores de los medios públicos.
El informe menciona el cierre de ediciones de nueve medios impresos en Ecuador, que pasaron a ser digitales, mientras que dos de ellos retornaron a las imprentas con menor tirada.
Otro apartado recoge las afectaciones al acceso a la información pública, que considera, «uno de los principales problemas que han limitado severamente el derecho a la información», y como caso paradigmático apunta las cifras presentadas por las autoridades sobre el impacto de la covid-19, que tacha de «poco confiables y limitadas».
Fundamedios resalta que ha habido un constante subregistro en el número de fallecidos que ha sido subsanado por el periodismo, obligado a indagar en el Registro Civil las estadísticas para corroborar el exceso de muertes frente a tendencias históricas.
MAYOR IMPACTO EN 2020 A LOS MEDIOS
Ricaurte recuerda que en 2019 se produjo una violenta protesta social que derivó en ataques a informadores, y que pese a que este año se redujo el número de alertas, el impacto sufrido por la prensa y los informadores ha sido mucho mayor.
En 2019 se reportaron 212 ataques a la prensa, mientras que el año pasado fueron 144.
La fundación contabiliza 960 medios de comunicación, periodistas, activistas o ciudadanos agredidos en 2020, lo que representa un incremento del 254% en comparación al 2019, cuando llegaron a 373.
El principal grupo lo encabezan los periodistas, que con 863 afectados, comprende el 90% de las alertas registradas en 2020.
«En realidad, el impacto que está teniendo la pandemia, aunque tengamos un menor número de agresiones contra la prensa, es mucho más importante», subraya Ricaurte.
En ese sentido señala los despidos, la muerte de periodistas, la inseguridad, la poca sostenibilidad que tienen los medios de comunicación, la desaparición de medios locales, el reforzamiento de la concentración de medios, «todo eso, hace que el impacto previsible a mediano plazo vaya a ser muy fuerte».
BALANCE DEL GOBIERNO DE MORENO
El directivo de Fundamedios hizo un balance negativo del actual Ejecutivo, cuyo mandato concluye en mayo, pese a que en un primer momento «se presentó como amigable a la libertad de expresión».
«Si uno quiere evaluar el Gobierno de Lenín Moreno en términos de libertad de expresión, es lamentable que no se dio una consolidación de los medios públicos», opinó.
Ricarute consideró que los despidos y la falta de concreción de un ente público se deben a la falta de una legislación específica, «que garantice los valores de pluralismo, autonomía e independencia, rendición de cuentas y transparencia».
Mencionó asimismo la inoperancia de un comité de seguridad para los periodistas, «que jamás funcionó», o la reciente adjudicación de frecuencias en un concurso público en plena pandemia, que dejó fuera de juego a pequeñas emisoras incapaces de obtener permisos habilitantes por cuestiones burocráticas.
Consideró que ha propiciado «que se refuerce el esquema de concentración de medios y consolidación de grandes conglomerados». EFE