El futuro nos produce enorme interés. ¿A quién no le gustaría saber lo que estuviera haciendo dentro de un mes, el año? O si adoptamos una perspectiva más amplia, ¿Cómo será el mundo de aquí a diez, veinte o más años? Hay jóvenes, adultos y viejos con optimismo ante el porvenir, quienes afirmamos que hay buenos motivos para creer que todo va a mejora, sobre todo en la naturaleza y no asombrarse ante los misterios que se producen al rededor tan solo para no deprimirnos.
Por supuesto siempre están los que nunca ven nada bueno en el horizonte, entre ellos figuran los catastrofistas-politiqueros, quienes aparecen disfrutar anunciando la aniquilación apocalíptica del país. ¿Cree Usted que reinara la destrucción, el caos, o la Paz?
En esta era del hiperconsumismo, a muchos nos da miedo pensar en el día de mañana, el desarrollo técnico es constante, la globalización ha fomentado la interdependencia entre el Norte y el Sur. Muchos confiamos, en que el año 2021, se podría frenar el avance de la pobreza, el hambre, y la corrupción, poner en retroceso al Covid-19 y reducir el porcentaje de personas sin agua potable. El optimismo frente a la realidad…
Pero las previsiones del hombre se quedan a menudo en simples ilusiones, sobre el futuro continuamente nos topamos con especulaciones; la humanidad adelanta y se perfecciona, haciendo compresible la necesidad de conservar la naturaleza divina, que brilla con eterno resplandor, en la que se une la existencia y la muerte. ¡Da la vida y la destruye!
No hay nada como el paso del tiempo que camina sin parar; y no hacemos más que quejarnos, lamentarnos de nuestras tristezas del año que se nos fue, hay que liquidarlo; hemos de empezar a vivir este 2021 con trabajo ininterrumpido. Felicidades 2021. (O)